"La ordenación del primer sacerdote católico ciego en Kenia ayudará a generar una alta opinión sobre las habilidades y la capacidad de las personas que viven con discapacidades", dijo el arzobispo Anthony Muheria, de la archidiócesis de Nyeri, Kenia, a ACI África después de celebrar la misa de ordenación de Michael Mithamo King'ori el sábado 14 de enero de 2023. El padre King'ori se quedó ciego mientras se desempeñaba como diácono.
"Discapacidad no es incapacidad"
El padre Michael fue ordenado sacerdote junto con otros cinco diáconos durante una misa celebrada en los terrenos de la escuela primaria San Juan Bosco en Kiamuiru, ubicada a 100 millas al norte de la capital, Nairobi.
Además del arzobispo, a la Misa asistieron el arzobispo emérito de Nyeri, Peter Kairu, así como el clero que sirve en la archidiócesis de Kenia, hombres y mujeres en la vida religiosa y, por supuesto, muchos laicos.
En sus palabras a ACI África, el obispo Anthony Muheria habló del simbolismo de la ordenación.
"Este nuevo sacerdote, el padre Michael, nos ayudará a apreciar, de una manera muy nueva, la capacidad, la 'habilitación' de las personas que pueden tener una deficiencia de habilidad debido a diversas causas."
En efecto, continúa diciendo, su ordenación "es motivo de gran alegría porque a pesar de su limitación, a pesar de los obstáculos que ha tenido que atravesar, ha salido a dar pruebas y testimonio de que la discapacidad no es un obstáculo para responder al llamado de Dios, que la discapacidad no es incapacidad."
Por el contrario, las personas que viven con discapacidades particulares tienen la capacidad de "desarrollar otros nuevos dones" y pueden "enriquecer nuestra sociedad".
Dignidad para todos
El arzobispo aprovechó la ocasión de esta ordenación para enviar un mensaje especial a las personas con discapacidad y sus familias, que reciben poco apoyo en este país de África Oriental de 48 millones de habitantes. Hizo un llamamiento:
"Nosotros en la iglesia, ustedes en la parroquia, al menos acepten este desafío. Al menos visitemos los hogares de las familias con discapacidad y las escuelas de los niños con discapacidad regularmente para ayudar, no solo para dar comida, sino para ayudar a mejorar la infraestructura, para caminar con ellos, para limpiar".
Concluyó: "Estemos allí porque Cristo nos llama a tender la mano a nuestros hermanos y hermanas."