Un joven madre, Nunzia Giordano, de Nápoles (Italia), murió con solo 27 años de cáncer, seis días después de dar a luz a su segunda hija.
Nunzia Giordano y el descubrimiento del cáncer en el embarazo
Nunzia, que ya era madre de una niña de cuatro años, fue diagnosticada con cáncer en paralelo al descubrimiento de su embarazo la primavera pasada. Y así, un momento de gran alegría se vio severamente desafiado por la prueba de la enfermedad.
Quién sabe cuántos miedos afectaron a Nunzia, cuántas angustias e incertidumbres sobre el futuro. Pero en la oscuridad del tumor, la estrella de su pequeña siempre brilló clara y brillante para esta madre.
De hecho, Nunzia eligió continuar con el embarazo, anteponiendo a su hija, anteponiendo la vida de la niña a la suya. ¿Qué mayor regalo que este? Nunzia mantuvo a Emanuela en su seno acogedor aunque al mismo tiempo la atacara el terrible mal.
"Cuida tu Alegría"
Vienen a la mente las palabras que el Santo Padre dedicó a las mujeres que esperaban un hijo en Amoris Laetitia:
A toda mujer embarazada quisiera pedirle con afecto: Cuida tu alegría, que nada te prive de la alegría interior de la maternidad. Ese niño merece tu alegría. No permitas que los miedos, las preocupaciones, los comentarios ajenos o los problemas apaguen la alegría de ser instrumento de Dios para traer nueva vida al mundo. Ocúpate de lo que hay que hacer o preparar, pero sin obsesionarte, y alaba como María: 'Mi alma engrandece al Señor y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva' (Lc 1 ,46-48).Vive con sereno entusiasmo en medio de tus tribulaciones, y ruega al Señor que guarde tu alegría para que puedas transmitirla a tu hijo.
Una verdadera historia de amor
Nunzia conservó esta alegría en su corazón, se hizo verdaderamente instrumento de Dios, a pesar de su sufrimiento, para traer nueva vida al mundo. Muchos pensarán "pero ella está muerta", "dejó solo a su esposo y también a sus hijas". Todo cierto, pero esta conmovedora historia es un hermoso testimonio de cómo al morir la semilla da fruto, la muerte de Nunzia, por absurda y dolorosa que sea, nos habla de vida, de esperanza, de futuro. Es una verdadera historia de amor, que busca el bien del otro, que tiene preocupación y sana preocupación por el otro, no por sí mismo.
Amar es dar vida
En un mundo engullido por el egoísmo, donde todo es siempre "yo", "mío", por satisfacción, plenitud, seguridad individual, Nunzia nos habla del "tú". Con su valiente testimonio nos recuerda que de nada sirve vivir cien años si no te amas a ti mismo. Que la protección de la salud personal es importante pero no un valor absoluto en la perspectiva de realizar nuestra mayor misión: amar hasta dar la vida.
Nunzia Giordano: "Quien permanece en mí y yo en él, da mucho fruto"
Nunzia a sus 27 años tuvo la gracia de comprender que nuestro corazón no se conforma con una carrera, dinero, éxito sino con cuidar a alguien. Esa es la única felicidad verdadera.
En el Evangelio de Juan está escrito:
"El que permanece en mí y yo en él, lleva mucho fruto"
La vida de Nunzia Giordano ha dado muchos frutos y quién sabe ahora cuántos más brotarán del Cielo.