Esta decisión fue anunciada por el padre Johan Verschueren, responsable de las casas jesuitas internacionales en Roma – y por tanto superior del padre Rupnik – en un comunicado de prensa publicado el 21 de febrero de 2023, tras una investigación de más de dos meses, realizada por un equipo puesto en marcha por los jesuitas.
La Compañía de Jesús anuncia que sus investigadores han recibido "varios nuevos testimonios y denuncias" sobre el Padre Rupnik. Estas personas "afirman haber sido abusadas en conciencia, espiritual, psicológica o sexualmente" por parte del sacerdote.
Sin especificar la naturaleza de los hechos, el informe considera que su "grado de credibilidad" es "muy alto". Se destaca en particular que los hechos denunciados abarcan más de 30 años – entre la década de 1980 y 2018 – y fueron confiados por personas que, en muchos casos, "no se conocen".
No es un proceso penal
La investigación considera que la naturaleza de los hechos alegados tiende a "excluir relevancia penal" por la prescripción de los hechos, pero es relevante desde el punto de vista del derecho canónico.
En la perspectiva de este procedimiento, los jesuitas prohíben al célebre artista "cualquier ejercicio artístico público", en particular en las estructuras religiosas. El jesuita esloveno dirige un taller de mosaicos en Roma, el Centro Aletti, en el que ha diseñado obras de arte para iglesias y santuarios de todo el mundo, por ejemplo en Lourdes, Aparecida, Fátima o el Vaticano.
Estas restricciones se suman a las ya impuestas: prohibición de toda actividad pública ministerial y sacramental, prohibición de comunicación pública, prohibición de salir de la región de Lazio.
Sin embargo, los jesuitas recuerdan "la competencia exclusiva" del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) en el caso de que la denuncia se refiera a un delito cometido contra el sacramento de la penitencia.
El pasado diciembre, el superior de los jesuitas, el padre Arturo Sosa, reveló que el padre Rupnik había sido excomulgado por la DDF en 2019 por actos de este tipo, pero que la sanción le había sido levantada porque había hecho penitencia.
Posible expulsión de la Compañía de Jesús
La nota de prensa explica que el padre Rupnik se negó a reunirse con el equipo de investigadores para confrontar las denuncias pero que las conclusiones de la investigación le fueron transmitidas a él, así como a los denunciantes.
El resto del procedimiento prevé que el padre Johan Verschueren se reúna con el sacerdote esloveno, quien tendrá derecho a defenderse. Según el derecho canónico, el superior jesuita podría entonces imponerle nuevas restricciones ministeriales, obligarlo a mudarse de Roma e incluso iniciar el "procedimiento de expulsión de la Compañía de Jesús".
En el comunicado de prensa, el Padre Verschueren asegura que las medidas tomadas tendrán como objetivo principal evitar nuevos abusos en el futuro. Agradece a los testigos que hayan accedido a relatar su experiencia, "a veces con el sufrimiento interior de tener que sacar a relucir muchos episodios dolorosos", y los califica de "supervivientes".