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Las tradiciones mexicanas en el tiempo de la Cuaresma no se circunscriben a la Semana Santa. Tienen un largo recorrido tras el Miércoles de Ceniza. Comenzando en el Estado de Puebla, con la festividad del Señor del Calvario, mejor conocida como la fiesta de «El Cristo Negro».
Esta festividad de produce en Tlacotepec (cuyo nombre en náhuatl significa «lugar de varas o breñales o pueblo donde hay jarillas») el primer viernes de Cuaresma cuando miles de peregrinos van hasta la iglesia del Señor del Calvario a pedirle favores al «Cristo Negro».
Antiguos pobladores de Tlacotepec aseguran que la imagen provino de Chiapas, sin embargo, en el documento de la Congregación Civil de Tlacotepec se señala que la imagen del Señor llegó de Guatemala, territorio mayense donde hombres y mujeres se distinguieron por ser artistas del tallado de esculturas.
Con certeza tanto el documento como las personas mencionadas sostienen que la llegada de la imagen a Santa Cruz Tlacotepec sucedió entre los años 1590 y 1595 y que llegó hasta donde hoy se encuentra la «Santa Escala» ubicada en la cima de un cerro cercano al poblado.
El documento de la Congregación Civil relata también que los antiguos pobladores del lugar encontraron la caja con la imagen en el cerro y «decidieron llevarla a la Capilla del Barrio de la Columna, pero a la mañana siguiente volvió al lugar donde la habían encontrado».
Así se repitió el milagro en varias ocasiones, hasta que los pobladores dejaron la caja donde había aparecido en un principio de manera definitiva. Desde entonces el lugar y la imagen se les dio el nombre de Señor del Calvario.
Un cambio de color que atrajo a los indígenas
En principio, a la escultura se la hizo titular de la «Preciosísima sangre de Cristo», y se celebró, originalmente, el día primero de julio del año 1600.
Pero quince días más tarde, en la celebración de misa, cambió milagrosamente de color y tomó el color moreno de los indios, «por lo que el pueblo se sintió correspondido y se entregó en cuerpo y alma al culto religioso cristiano», dice la página de Facebook del Municipio.
Según se desprende de la información en línea del Municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, el templo del Señor del Calvario se edificó sobre una pirámide de los indígenas popolocas que habitaban (y habitan) en la zona.
Fueron los frailes franciscanos los que edificaron el templo –uno de los muchos templos hispano-indígenas de Puebla—entre 1604 y 1609. Y en el cerro se encuentra la Santa Escala, que con sus 145 escalones representa el camino al Calvario de Nuestro Señor.
Desde lo alto de este cerro, hay una panorámica realmente impresionante, ya que se pueden apreciar los tres volcanes: el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y la Malintzi. Por ser un lugar sagrado en la época prehispánica, aún hay personas que visitan el lugar para solicitar la lluvia para sus cultivos.
El primer viernes de Cuaresma diferentes comunidades aledañas llevan a cabo una peregrinación al Santuario del Señor del Calvario de Tlacotepec, algunos llegan a pie, mientras otros a caballo. Las misas se efectúan desde las 6:00 de la mañana hasta las 03:00 de la tarde. Después de este horario el Cristo es bajado de su lugar original y comienza a recorrer los cuatro barrios de la comunidad.
