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En el día de su festividad, los devotos de la beata Mama Antula conocieron de voz del papa Francisco novedades con respecto a su causa de canonización. Es que según confirmó el propio pontífice en un video enviado a la comunidad de Villa Silípica, pueblo natal de la beata, se encuentran en estudio dos milagros que podrían derivar en que pronto sea proclamada santa.
Sería la primera mujer nacida en territorio argentino en ser canonizada, pese a que de hecho nació antes del nacimiento formal de la patria.
Actos conmemorativos
Los actos y conmemoraciones no solo se dan en Santiago del Estero, sino también en Buenos Aires, ciudad a la que llegó a pie para fundar la Casa de Ejercicios Espirituales, pilar de la espiritualidad porteña y de la entonces naciente patria argentina.
En la capital argentina, se celebró en las vísperas de la celebración una audiencia pública protocolar para el renombramiento de la estación Independencia del subterráneo línea E, por el de Independencia-Mama Antula. La audiencia es un paso previo a la segunda votación de parte de la legislatura porteña, tras una primera votación exitosa. El acceso a la Estación está, justamente, junto a la Casa de Ejercicios fundada por la beata.
Nacida en 1730 con el nombre de María Antonia de Paz y Figueroa, de joven colaboró con la Compañía de Jesús en la organización de los ejercicios espirituales. Cercana a esta espiritualidad que no tiene rama femenina, y ante la imposibilidad de solicitar la admisión en alguna congregación religiosa, que no había en la zona, a los 17 años adoptó una túnica negra y se consagró de manera íntima, como laica. Se dedicaría así a colaborar con los sacerdotes en la catequesis, y a distintas obras de misericordia.
Como se usaba en las beatas, tal como eran llamadas, vivía en comunidad y asumió un nuevo nombre: María Antonia de San José. Pero la caridad y entrega de su apostolado pronto hizo que se le asigne popularmente otro nombre, Mama, porque para los que se brindaba era justamente como una madre. Antula deriva de cómo los quechua se referían a Antonia.
Mantuvo vivo los ejercicios espirituales
No abandonó su consagración con la expulsión de los jesuitas, y mantuvo vivo los ejercicios espirituales con sacerdotes de otras familias religiosas. Como Brochero en la montaña, casa a casa invitaba incluso más allá de su provincia natal. Fue así que llegó a Buenos Aires, donde, no sin dificultades, convenció a las autoridades políticas y religiosas al punto de que el obispo incluso llegó a disponer que ningún seminarista se ordenase si Mama Antula no certificaba su buena conducta durante los ejercicios.
Próceres como Manuel Belgrano, pobres, ricos, nadie quedaba afuera de sus ejercicios, posibles gracias a la caridad, a su fundación la Sociedad de Hijas del Divino Salvador, y según ella, a la providencia de San Cayetano, cuya devoción ayudó a difundir en la Argentina.
Los restos descansan en un mausoleo
Falleció el 7 de marzo de 1799 en Buenos Aires. Sus restos descansan en el mausoleo ubicado en la nave lateral derecha de la Iglesia Nuestra Señora de la Piedad.
Fue beatificada en Santiago del Estero en agosto de 2016, en una celebración de la que participaron unas 50 mil personas. Participaron, entre otros, la entonces vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, devota de Mama Antula, quien estuvo a cargo de la segunda lectura de la misa.
Su presencia ilustró y renovó acaso uno de los rasgos más distintivos de la labor misionera de la Mama Antula: nadie era excluido de su anuncio y todos eran interpelados por su vida y su mensaje. En la Casa de Ejercicios, todos, políticos, obreros, pobres, ricos, eran hermanos. Un legado que aún tiene mucho para derramar.