Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
En uno de los momentos más emotivos vividos en Buenos Aires con motivo del décimo aniversario de la elección de Francisco, la comunidad natal de Francisco en Buenos Aires, la comunidad de Flores, recibió del propio pontífice un regalo muy especial.
Es que Francisco envió a la Basílica de San José de Flores una imagen de San José de la que es devoto. Una imagen que el Papa aprendió a querer y lo ha contado, en San Miguel.
Se trata de una devoción que lo acompañó toda su vida episcopal y llevó consigo a Roma. Debajo de esta devoción, el Papa, como ha confesado, confía documentos o pedidos para que San José «sueñe» la solución. Fue el propio Papa el impulsor de la iniciativa. Fue él quien mandó la imagen de un metro a la Argentina vía nunciatura apostólica.
«Yo quiero mucho a San José»
El sábado 18 de marzo, vísperas de la festividad de San José que este año por coincidir con Cuaresma fue trasladada al lunes, fue formalmente recibida por la comunidad en el colegio Nuestra Señora de la Misericordia.
En ese lugar el Papa recibió la primera comunión, la confirmación, celebró su primera misa. Luego fue en procesión hasta la Basílica de San José de Flores, en la que descubrió su vocación.
«Yo quiero mucho a San José. Es un hombre fuerte y de silencio. En mi escritorio tengo una imagen de San José durmiendo. Y durmiendo cuida a la iglesia. Cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo en un papelito y lo pongo debajo de San José, para que lo sueñe», cita a Francisco como introducción la misiva oficial que el Sumo Pontífice envió para la ocasión.
Y en el apartado individual, completa el Papa para la ocasión explicando el regalo:
«San José siempre nos ampara con su auxilio paternal. Anhelo que en esta imagen puedan dejar todas sus intenciones, con la confianza de saber que todo lo puede cerca de Jesús y de María, y que su bondad iguala a su poder. No tengo dudas de que en sus sueños, él se ocupa de presentarlas a Dios».
Regalo a su parroquia
Al saludo habitual, para la ocasión, el Papa agregó una invocación a San José: «Por favor, no dejen de rezar por mí. Que Jesús los bendiga, la Virgen Santa los cuide y San José los proteja».
«Es la imagen que él hizo conocida, porque le pone sus intenciones, y nos la manda como regalo a su parroquia, para que el pueblo de Dios la pueda venerar y también pueda hacer un poco lo que él hacía, que es poner los papelitos bajo esa imagen, y ahí están las intenciones de tanta gente», había explicado previamente el padre Martín Bourdieu, párroco de la Basílica.
«El santuario de los sueños»
«Qué lindo que este se convierta en el santuario de los sueños», propuso al celebrar la misa en la que se recibió la imagen tras la procesión el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara.
«Seamos amigos de los más frágiles. El camino de Jesús empezó en la periferia. Esto nos pide el Papa nacido en este barrio. Este es uno de sus sueños que caminemos en el mismo sentido que Jesús y pidamos a San José por nuestra misericordia», exhortó en la homilía, como reprodujo la agencia Télam.
En la carta Patris Corde, con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como patrono de la Iglesia Universal, Francisco recuerda que a diario reza, desde hace cuarenta años, una oración que tomó de un libro de devociones francés del siglo XIX de la Congregación de las Religiosas de Jesús y María. Dice así:
«Glorioso patriarca san José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío, para que tengan una buena solución.
Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti. Que no se diga que te haya invocado en vano y, como puedes hacer todo con Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén».