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Sin duda, lo que el Papa recibió fue un regalo exquisito: un paquete con bombones y tabletas de chocolate que llegaron al Vaticano desde Río Chico, una población del estado Miranda, Venezuela. El obsequio lo entregó el obispo de la Diócesis de Guarenas, monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla, durante la audiencia del miércoles 24 de mayo de 2023.
El obispo quiso resaltar de esta manera el trabajo de los productores de cacao, la fruta que da vida al chocolate. Las grandes empresas consideran que el chocolate de Venezuela «es el mejor del mundo», más todavía, el de Río Chico conocido como «Fogata».
En Río Chico y otras zonas de Barlovento, el cultivo y procesamiento del cacao es una de las formas de vida de los habitantes desde hace siglos. En esta región mirandina han levantado un monumento al cacao y son varias las empresas artesanales que se dedican a procesarlo.
Francisco bendice a los productores de cacao
La alegría del Papa fue evidente al recibir el regalo, según se observa en la transmisión televisiva del Vaticano. Luego, monseñor Tulio compartió en las redes sociales su mensaje:
«Desde que el Papa Francisco me nombró obispo de la Diócesis de Guarenas, no había podido venir a Roma. Siempre soñé en la próxima visita al Papa, traerle una muestra del mejor chocolate de Venezuela».
Más adelante añadió: «Hoy 24 de mayo, día de María Auxiliadora, se cumplió mi sueño de decirle: le traje el chocolate de Rio Chico, de la preciosa zona cacaotera de nuestro estado Miranda, en Barlovento».
Monseñor Tulio Ramírez explicó para Aleteia el significado del regalo al Papa, asegurando que el alcalde Jesús Agustín Monterola fue quien se lo envió luego que le contó su sueño.
«El alcalde me dijo: cuente con los chocolates de Río Chico y que el Papa nos mande una bendición especial para nuestras tierras y sembradíos de cacao. El Papa entonces les envió una bendición especial para todos los productores de cacao venezolano», relató.
El prelado que a esta población la llaman también «tierra de los grandes cacaos» por el tamaño y calidad de la fruta. «Dicen que hasta la reina de Inglaterra tuvo el deleite de probarlo. Si la reina pudo, pensé yo, le llevaré oportunamente al Santo Padre y cumpliré mi sueño», agregó.
La anécdota de los chocolates del Papa en el aeropuerto
La historia de estos chocolates para el papa Francisco tiene, además, un capítulo especial vivido por el obispo en el aeropuerto internacional de Maiquetía en Venezuela.
«Cuando mi maleta de mano pasó por el scanner de seguridad, muy respetuosamente, el Guardia Nacional de servicio me dice: padre vemos una panela de color negro y otros como municiones de color negro puro, nos inquieta y debemos revisar la maleta», dijo para Aleteia.
«La misma observación -agrega el prelado- era para la maleta de mano y del equipaje. El guardia me dice: ¡Solo revisaremos una! Pero le respondí que mejor lo hiciera con las dos».
Además, inmediatamente le dijo al funcionario de seguridad: «Son chocolates puros de Barlovento para el papa Francisco». «Revisaron las dos maletas y comprobaron la verdad de lo anunciado por mí. Luego cerramos y seguimos», narró.
La primera visita al Vaticano como obispo de Guarenas
Monseñor Tulio realizó de esta forma su primera visita al Vaticano como obispo de Guarenas, una diócesis que abarca a Barlovento, una sub región habitada por afrodescendientes. Anteriormente había cumplido otras visitas como obispo auxiliar de Caracas y vice postulador de la causa del doctor José Gregorio Hernández Cisneros.
Es de recordar que el obispo realizó en 2021 una misión evangelizadora en varios lugares de Barlovento y conoció de cerca a los habitantes y productores que cultivan el cacao con esmero y dedicación. Igualmente ha valorado cada una de las expresiones, culturales y religiosas marcadas con rasgos del Evangelio y que publicó en una Carta Pastoral.
Por todo esto monseñor Tulio Ramírez quiso llevar al papa Francisco un pedacito de su diócesis en forma de chocolate. De momento, el papa saborea las delicias provenientes de Río Chico, y seguramente le dará el visto bueno con una valoración muy alta.