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Pedro Lahoud Saade nació en La Pastora, Caracas, el 9 de septiembre de 1932, aunque sus familiares proceden de Líbano. Tenía 33 años cuando ingresó al seminario San José de El Hatillo en Caracas, movido por su vocación sacerdotal. La edad de Pedro coincidía con la que tenía Jesús cuando comenzó su ministerio público, según la tradición cristiana.
Una vez culminada su formación, pide ser enviada a una de las barriadas más pobres del oeste de Caracas, en La Silsa, donde fortaleció su compromiso cristiano y allí mismo funda la parroquia San Juan María Vianney, en 1974.
En este lugar el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo recibió el 11 de junio pasado, la petición del padre Robin José Zambrano López para iniciar «el proceso de consulta» que elevaría a los altares a Pedro Lahoud, quien practicó su sacerdocio entre los más pobres.
«El padre Pedro Lahoud partió a la Casa del Padre el 31 de marzo de 1995 con olor a santidad, viviendo radicalmente el Evangelio, teniendo como lema: opción con los pobres», dice la solicitud que el presbítero Zambrano hizo al arzobispo de Caracas .
«Es una petición que hago llegar del pueblo de Dios que peregrina en esta parroquia de nuestra Arquidiócesis y que seguramente tendrá muchos frutos pastorales», agregó.
El petitorio lo recibe Porras anterior a la visita que actualmente realiza al Vaticano donde, entre otras diligencias, se informará sobre las causas de canonización de los beatos venezolanos José Gregorio Hernández Cisneros y Carmen Elena Rendiles Martínez .
¿Quién era el padre Pedro Lahoud?
Aunque nació en Caracas, la infancia y adolescencia de Pedro transcurrió en el pueblo de sus padres en Szeged, al norte de Líbano. «Un lugar muy sencillo y humilde donde el amor, el perdón, el cuidado y guía de sus padres fueron moldeando el carácter espiritual y humanitario del padre », refiere la Arquidiócesis de Caracas en Twitter.
Llegó a Venezuela cuando tenía dieciséis años junto a sus padres y hermanos. Desde entonces trabajó como comerciante de muebles en el sector de San Agustín, Caracas. «Los pobres frecuentaban con esperanza la tienda buscando ayuda a sus problemas económicos y conseguían catequesis y dinero», se refiere en la biografía espiritual.
Otros rasgos en la vida de Pedro Lahoud fueron consultados por Aleteia en un documento titulado: «Historia del Padre Pedro Lahoud (párroco) en el barrio de la Silsa», escrito por el propio clérigo. Allí describe que por primera vez visitó al barrio en el año 1968 invitado por tres integrantes de la Legión de María, apostolado que siempre lo acompañó.
«¿Por qué elegí el barrio? Porque sospechaba que me iban a destinar (después de su ordenación sacerdotal, el 31 de mayo de 1971) a una parroquia, pudiente económicamente». Entonces habló con monseñor Ovidio Pérez Morales, quien era rector del seminario San José de El Hatillo, para que lo enviaran a esta barriada y él a su vez, habló con el cardenal José Humberto Quintero. «Y aprobaron mi solicitud», refrendó.
Llegó a la comunidad a finales de octubre de 1971 y se alojó temporalmente en la parroquia Madre Cabrini porque «el barrio» le pertenecía eclesiásticamente. Su mudanza definitiva fue en septiembre de 1972 con pocos bienes: «Mi equipaje eran los libros y una cama con el colchón usado; pero Dios me previó de todo», escribe en el párrafo 3 del documento.
«¿Cómo encontré el barrio?» , pregunta en el cuarto párrafo. Además, allí se describen las pésimas condiciones que entonces tenían la comunidad ubicada en Catia hacia el oeste de Caracas, cuyos habitantes eran pobres y habían llegado del interior del país.
«En el orden espiritual los feligreses tienen que ir a misa fuera del barrio porque no había lugar adecuado para la celebración de los sacramentos». Esto lo impulsó a realizar una de sus grandes misiones: crear la parroquia San Juan María Vianney en el año 1974 .
Urquiaga: «Su memoria jamás será olvidada»
El padre Pablo Urquiaga, quien fue compañero de estudios de Lahoud, refiere que en el seminario lo mejoraron «un noble y sencillo 'viejo' porque estaba pasado de la edad tradicional para ingresar al seminario». Urquiaga lo acompañó tres años en La Silsa.
«Yo tuve la suerte de ser seleccionado para respaldar a nuestro querido viejo en aquel heroico intento ya que era una misión difícil, pues allí no había nada hecho» , escribió en un medio impreso con motivo del fallecimiento de Pedro Lahoud el 31 de marzo de 1995.
«Fue para mí un ejemplo de tenacidad, valor y entrega a los más pobres ya pesar de su carácter y de su 'terquedad árabe', yo le conocí por dentro y pude cordializar con él, mi agradecimiento será eterno y su memoria jamás olvidada» , agregó Urquiaga.
Pedro Lahoud murió el 31 de marzo de 1995 a causa de un infarto y su fama de santidad se endureció rápidamente desde el barrio La Silsa a toda Caracas y buena parte de Venezuela. Luego de vivir la radicalidad del Evangelio, con su opción preferencial entre los pobres.
«El Padre Pedro experimentó como un mendigo, una vida austera, acompañado por los sacrificios, todo lo que recibió en donaciones lo regalaba a los pobres, en varias oportunidades dejaba de comer para compartir sus alimentos con los más necesitados, eran grandes las colas de necesitados que lo buscan a diario y conseguían en él ayuda espiritual y económica», se cita de su biografía espiritual que el padre Robin Zambrano entregó a Aleteia.