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«De la mano con los migrantes». Así se llama el proyecto que ejecuta Cáritas Perú con las Cáritas diocesanas de Chiclayo, Trujillo, Lima y Chosica, iniciativa que es posible gracias al apoyo de la oficina de población, refugiados y migración del Departamento de Estado de Estados Unidos, tal cual se indicó en la información proporcionada desde Cáritas Perú a Aleteia hace un tiempo.
Es en el marco de este proyecto, según un nuevo informe de Cáritas Perú, que se puso en marcha una campaña para reducir la xenofobia en los colegios de ese país sudamericano, algo que perfectamente podría ser seguido de cerca por otros países de la región donde la migración forma parte de los grandes temas de la agenda nacional.
El lema de esta iniciativa lanzada por Cáritas, el brazo social de la Iglesia, es «Podemos ser amigos, aunque seamos diferentes».
Cáritas agrega que «esta iniciativa se enfocó en fomentar el respeto y la solidaridad entre estudiantes de diferentes nacionalidades». Se realizó durante un período de diez días (entre fines de mayo y comienzos de junio) a través de talleres en el I. E. Albert Einstein de Ate-Vitarte.
Un país marcado por los migrantes
A raíz de la crisis humanitaria de los últimos años en Venezuela, varios países de la región se han transformado en países de acogida durante los últimos tiempos. Perú, a pesar de sus vaivenes sociales y políticos, está entre los países de América Latina que mayor impacto ha tendido con respecto a los migrantes venezolanos.
Según Naciones Unidas, alrededor de 1.6 millones de refugiados y migrantes de Venezuela residirán en Perú hacia finales de 2023. Estos datos confirman que la realidad de la migración en Perú es un dato que genera repercusiones en varios sentidos: uno de ellos el de las personas que tienen que mandar a sus hijos a centros educativos (instancias no exentas de discriminación a raíz de las particularidades de los procesos de inculturación en las franjas etarias más chicas, donde también imperan otros problemas como el bullying).
Esfuerzo y colaboración
Pero es a nivel escolar donde también surge la gran oportunidad de presentar a aquel que viene de lejos –y con las diferencias que ello conlleva- como alguien cercano. En definitiva, eso es lo que ha intentado hacer Cáritas –como en otras zonas del mundo vinculadas a temas migratorios- en los colegios de Perú.
«La campaña “Podemos ser amigos, aunque seamos diferentes” ha sido posible gracias al esfuerzo y coordinación entre de la dirección del I. E. Albert Einstein, a cargo de la Lic. Cecilia Quispe Guadalupe, Cáritas Chosica y Cáritas del Perú, con el apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de Estados Unidos (BPRM), quienes tienen un compromiso con la promoción de los valores de tolerancia y respeto en el entorno educativo», se especificó desde Cáritas Perú.
En tanto, también se recordó que como parte de esta iniciativa se llevó a cabo un emocionante pasacalle, «en el cual participaron todos los estudiantes involucrados en la campaña» con mensajes de unidad y amistad.
«Cáritas del Perú se enorgullece de haber liderado esta campaña contra la xenofobia reconociendo que la educación es fundamental para erradicar cualquier forma de discriminación. A través de iniciativas como esta, se fortalece el tejido social y se fomenta una convivencia pacífica basada en el respeto mutuo y la igualdad de derechos», finalizó Cáritas su comunicado.
