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A miles de aficionados les sorprendió que el entrenador Miguel Alberto Gamero Morillo se persignara varias veces durante la dramática definición desde los doce pasos del primer campeonato del fútbol profesional colombiano del 2023 ante el Atlético Nacional, de Medellín.
Pero estos gestos no son nuevos ni ocasionales en la vida de este hombre de 59 años que también se declara devoto del Señor de los Milagros de Buga. El propio Gamero Morillo, alzando las manos al cielo, lo expresó con claridad en el canal de televisión Win Sports poco después de obtener el decimosexto título para su equipo: «Gracias Dios por esta estrella que me has regalado… ojalá lleguen muchas más».
Antes de comenzar el encuentro final el pasado domingo 25 de junio, Gamero ya había cumplido una especie de rito que es habitual en su camerino: orar en silencio, pedirle a la Virgen María su intercesión y darle gracias a Dios cualquiera que fuera el resultado. Así lo confirmó su esposa, Adriana Góngora, en entrevista con el citado canal:
«Antes del partido él fue a su oficina en el camerino del Estadio El Campín a buscar a la Madre, a la virgen milagrosa, a la Rosa Mística de la que él y toda la familia somos devotos desde hace mucho tiempo».
Lo curioso de este encuentro con la imagen de la Virgen en el estadio El Campín, de Bogotá, es que esa Rosa Mística, elaborada en fibra de vidrio, se la había regalado ese mismo día una aficionada y había llegado directamente al estadio.
Una antigua devoción
No se sabe con precisión por qué la devoción del deportista a esta advocación mariana surgida hacia 1947 en Montichiari, una pequeña ciudad del norte de Italia. Lo que sí se conoce es que con frecuencia le reza con devoción junto a su señora y sus hijos, incluso, en algunas ocasiones lo ha hecho en capillas o templos con futbolistas a los que ha dirigido.
Así lo hizo el pasado 21 de junio en Medellín, en el nororiente de Colombia, cuando su equipo enfrentó el partido de ida de la final ante el Nacional. Allí estuvo orando discretamente y durante varios minutos en compañía de David Macalister Silva, el talentoso capitán de Millonarios.
En esa ciudad, en el sector de El Poblado, es famosa desde hace muchos años la veneración a una imagen de la Rosa Mística también conocida como la Virgen de La Aguacatala, una denominación que corresponde al sector donde está ubicada una pequeña gruta de piedra en la que se aloja una imagen de esta Virgen en tamaño natural.
Agradecimiento
El portal Vivir en El Poblado asegura que este «espacio abierto en forma de abanico», al que algunos consideran una capilla «es un lugar de peregrinación a donde muchos devotos visitan a la Virgen para rezarle y agradecerle los favores recibidos».
Este lugar, que no es administrado por ninguna parroquia -pero sí está al cuidado de unos pocos fieles que trabajan voluntariamente- siempre está repleto de velas, veladoras, flores y más de cinco mil placas de diversos tamaños en las que devotos identificados o no por sus nombres, «agradecen los favores recibidos».
Algunos visitantes de la gruta afirman que allí hay un sinnúmero de homenajes a María, desde aquellos que dan cuenta del nacimiento de niños prematuros y con graves enfermedades en el vientre materno, hasta expresiones por obtener un premio, ganar una lotería o haber recuperado su matrimonio.
Algunos peregrinos dicen que diariamente se rezan rosarios a los que asisten cerca de 1.500 personas, pero que los días de mayor flujo son los martes, sábados y domingos cuando se celebran misas. Sin embargo, el momento de mayor concurrencia es el 13 de cada mes cuando hay peregrinaciones y una celebración especial en homenaje a la Rosa Mística. La asistencia de fieles es tan grande, afirman los vecinos, que el tráfico de automóviles colapsa el sector durante varias horas.
El doble regalo
La imagen de la Virgen a la que Miguel Alberto le rezó el día de la sufrida victoria de Millonarios fue un obsequio de Emma Sandoval, la dueña del almacén a donde él fue a buscar una rosa mística «muy bonita y de por lo menos un metro de altura».
Natalia Gutiérrez Sandoval confirmó en su cuenta de Twitter que el entrenador sí estuvo en la tienda de artículos religiosos, propiedad de su tía, pero que no fue posible tener la Rosa Mística tal como él la quería. Sin embargo, dijo que poco después la pudieron conseguir y se la enviaron el día del partido crucial a través del equipo de prensa.
En una emotiva tarjeta adjunta a la Virgen, la señora y sus familiares, todos hinchas del equipo azul de Bogotá, señalan: «Elevamos nuestras oraciones al Padre, pidiéndole que te bendiga, que te ayude a coronar con éxito tus proyectos…».
Lo más probable es que este entrenador de fútbol oriundo de Santa Marta, en el Caribe colombiano, viaje a Medellín el 13 de julio para visitar a la Virgen de La Aguacatala y por medio de ella darle las gracias a Dios por el segundo regalo obtenido el domingo pasado: su nueva estrella. Ese día la Iglesia católica celebra la fiesta de María Rosa Mística.