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Los fieles se congregaron en la Basílica de San Pedro en Roma para rezar una nueva devoción dedicada al primer Papa, cuyas reliquias yacen debajo de la Basílica: se llama Via Petri, o las Estaciones de Pedro.
Esta devoción, realizada con una procesión a la luz de las velas, con 12 estaciones que cuentan la vida del apóstol Pedro, se celebró por primera vez en la Plaza de San Pedro el sábado 17 de junio de 2023 y se volvió a realizar el 24 de junio.
"Intentamos sacar a San Pedro de la Basílica y llevarlo a la Plaza, que apunta al mundo. Queríamos comenzar de nuevo con la figura de Pedro", explica el padre franciscano Agnello Stoia, párroco de la Basílica de San Pedro y uno de los contribuyentes a la creación de la oración.
En las semanas previas a la fiesta de San Pedro, celebrada junto con San Pablo el 29 de junio, la Basílica ha organizado varios eventos para celebrar al primer Papa, incluidos una novena y una vigilia de oración.
El padre Stoia detalla que la idea de estos eventos comenzó en octubre de 2022, cuando la Basílica proyectó todas las noches durante dos semanas un video de 8 minutos que relata la vida de San Pedro en la fachada de la iglesia.
Desde entonces, se ha tratado simplemente de "pasar de la intuición a la estructuración", indica el Padre Stoia.
Los textos fueron creados y preparados por el Capítulo de San Pedro, que es un grupo de sacerdotes que ayudan en las funciones litúrgicas de la Basílica. La diócesis de Roma también contribuyó a la creación y organización de estos eventos.
"Unimos todas nuestras fuerzas para presentar esta oración, que es de estructura simple pero tiene un trabajo fuerte y hermoso detrás", dice el Padre Stoia.
"Esperamos que sea una oración que pueda extenderse a las parroquias que tienen a San Pedro como su santo patrón o a los grupos que miran a San Pedro como su patrón".
También puede ser una devoción rezar por la figura del Papa, especialmente el 29 de junio de cada año.
¡Aquí están las diferentes estaciones con un vistazo de las meditaciones!
1. JESÚS SE ENCUENTRA CON PEDRO
"No tengas miedo, ¡de ahora en adelante serás pescador de hombres"
"La vida cristiana de Pedro comenzó un día específico, cuando junto al lago la voz de Jesús lo tomó por sorpresa", explica la meditación. Pedro acepta confiar en un extraño y "de pescador de peces" se convierte en "pescador de hombres". "Nuestra vida cristiana también comenzó en un día específico, el de nuestro bautismo. […] El ejemplo de Pedro nos insta también a nosotros a dejar todo lo que nos impide practicar el Evangelio de Jesucristo", dice la meditación.
2. LA DUDA Y EL MIEDO DE PEDRO
"Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"
En este pasaje del Evangelio, Pedro tiene miedo de la aparición de Jesús en medio de un mar embravecido y por eso "no confía y por eso desafía a su Maestro, lo pone a prueba", explica la meditación. "Cuando la barca de nuestra vida está a merced de la tempestad, también nuestra fe puede ser sacudida por ella, hasta el punto de tentar a Dios, de pedirle que nos dé señales de su poder", prosigue el texto. Cuando Pedro comienza a hundirse en el mar, pide ayuda a Dios y Jesús lo ayuda, mientras también lo regaña por tener poca fe. "Esta reprimenda es un gesto de amor en vista de la misión que le quiere encomendar", explica la meditación. "El Señor está cerca y presente. Depende de nosotros saber reconocerlo".
3. PROFESIÓN DE FE DE PEDRO
"Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.[…] Tú eres Pedro".
La meditación de este Evangelio nos invita a preguntarnos, ¿quién es Cristo para nosotros? "Nadie debe dar a Cristo respuestas de oídas, nadie debe conformarse con las palabras de los demás. Tú con tu corazón, tu fuerza, tu experiencia, tu pecado, ¿qué dices de Jesús?". Sobre el hecho de que Jesús elige a Pedro para ser "la roca sobre la que se edificará el nuevo Israel", la meditación destaca que "Pedro es el fundamento de la Iglesia,[…], es el punto en torno al cual la comunión y la unidad de la comunidad se crea".
4. PEDRO SE DEJA AMAR HASTA EL FINAL
"Maestro, entonces no solo mis pies, sino también mis manos y mi cabeza".
Ante la consternación de Pedro por el hecho de que su Maestro decidiera lavarle los pies, Cristo muestra que "no hay funciones que privilegien a los que siguen a Cristo. El verdadero y más alto privilegio es poder amar al hermano con el Corazón de Cristo y servirlo con la misma entrega que uno usaría para Dios".
5. LA TRAICIÓN DE PEDRO Y SU GRITO
"El Señor se volvió y miró a Pedro; y Pedro se acordó […] Salió y se echó a llorar amargamente".
"Pedro, el valiente, la roca, siguió [a Jesús] de lejos y no quiso ser reconocido. […] Tres veces dice que no conoce a Jesús", cuenta la meditación. Después de su negación, "Pedro sale y llora amargamente: ¡Es el grito del renacimiento! Lágrimas de dolor y de amor de quien ha comprendido la gravedad de su pecado y la grandeza del amor de Jesús por él".
6. PEDRO Y EL DISCÍPULO AMADO EN LA TUMBA
"Ambos corrieron, pero el otro discípulo corrió más rápido que Pedro y llegó primero al sepulcro".
La meditación recuerda que Pedro y el otro discípulo van como compañeros al sepulcro, ya que la ley requería la presencia de al menos dos personas para dar fe de cualquier hecho. "El camino de la fe no se hace de manera solitaria. Esta actitud de Pedro, que se deja acompañar hasta el sepulcro, inspira la sinodalidad de la Iglesia, familia de Dios, en la que avanzamos juntos". La Iglesia sinodal camina, en comunión y colaboración, hacia Cristo, salvador de todos.
7. PEDRO SE ENCUENTRA CON EL RESUCITADO
"¿Me amas? Apacienta mis ovejas. Sígueme"
"Seguir a Cristo puede ser un camino lleno de baches entre saltos e incertidumbres, dudas y consensos. Pedro lo ha experimentado, pero el conocimiento del Maestro ha madurado y le ha abierto los ojos sobre el misterio de la Pascua que hace el paso de la muerte a la vida. Pedro responde al amor con amor, confesando tres veces su amor a Jesús, como tres veces lo había negado", dice la meditación.
8. PEDRO SANA AL LISIADO EN LA HERMOSA PUERTA DEL TEMPLO
"No tengo plata ni oro"
Esta meditación habla sobre Pedro curando a un mendigo lisiado en la entrada del templo. "Los ojos deben ver: los ojos de la Iglesia deben estar abiertos al dolor de la historia; los ojos de la humanidad deben mirar a los ojos de Dios a través de la mirada de la Iglesia. […] El único tesoro que posee la Iglesia es el nombre de Jesús, que es su poder salvador".
9. PEDRO CONTEMPLA EL ESPÍRITU QUE DESCIENDE SOBRE LAS NACIONES
"En verdad veo que Dios no hace acepción de personas"
La meditación explica cómo el último discurso de Pedro es un anuncio de Jesús, especialmente dirigido a los paganos ya los incrédulos. "Ha comenzado el momento de llevar el mensaje del amor universal de Dios a todos, sin importar el idioma o la cultura", explica el texto. "Pedro es testigo de todo esto. Él mismo lo experimentó: guiado, convertido y transformado por el Espíritu, vence los prejuicios, abandona las resistencias, se vuelve capaz de acoger y ser acogido por aquellos que antes eran considerados 'inmundos'".
10. PEDRO LIBERADO DE LA PRISIÓN Y DE HERODES
"La iglesia oraba fervientemente a Dios en su nombre"
"La oración que se eleva de los creyentes al Cielo es más fuerte que el miedo. Y la débil llama de la oración se convierte en luz deslumbrante en la lóbrega prisión. Y una vez más las tinieblas se convierten en el marco de la luz, porque Dios se manifiesta allí donde habitan el dolor y el desamparo, la vulnerabilidad del hombre. En esa luz se rompen las cadenas, se abren las puertas, se restablece la libertad", explica la meditación sobre el encarcelamiento de San Pedro.
11. PEDRO ES CRUCIFICADO
"Dios se opone a los soberbios pero concede favor a los humildes".
"Es solo en este momento que Pedro es capaz de comprender ese 'Sígueme' que el Maestro le pidió varias veces. Seguir a Jesús significa confiar en Él y permitirle liderar en todas las situaciones de la vida. […] La sangre de Pedro derramada es el mayor testimonio de amor que el pescador de Galilea da al Señor", dice la meditación.
12. PEDRO ES SEPULTADO EN LA COLINA DEL VATICANO
"Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto"
"Cuando llega la muerte, trae consigo un gran silencio. El silencio atónito de los hombres ante lo que acaba. La muerte siempre parece una gran derrota. Porque el corazón no se resigna a la muerte", explica la meditación. Sin embargo, el texto destaca cómo Pedro fue testigo de la vida de "alguien más fuerte que la muerte. Uno capaz de tomar de la mano una vida finita, ahora muerta, y resucitarla". Esto lo llevó a vivir su propia muerte con "gran esperanza en su corazón", que sigue siendo para nosotros un ejemplo, un "pequeño grano" que puede dar mucho fruto.