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A días de que los argentinos vuelvan a las urnas para comenzar de lleno el año electoral eligiendo los candidatos a los principales cargos ejecutivos y legislativos del país, la Cámara de Diputados de la Nación organizó un panel orientado a posicionar la eutanasia como un derecho en el país, circunstancia que la legislación actual no prevé como tal, y que no está presente hasta ahora en las exposiciones públicas de los principales candidatos a presidente y legisladores.
“La eutanasia como derecho” fue el nombre del panel liderado por la diputada Mara Brawer, del oficialista Frente de Todos, del que participaron juristas, médicos y psicólogos. Algunos de los expositores ya habían expuesto en paneles similares en discusiones previas a la legalización del aborto en el país, como quedó de manifestó en la reseña realizada por el Boletín Notivida, uno de los más activos centros que siguen las presiones y los posibles cambios que se registran en el parlamento argentino en torno a la vida.
Al momento, hay cuatro expedientes en la Cámara de Diputados, y uno en la Cámara de Senadores, con proyectos de ley orientados a la legalización de la eutanasia. Miembros de las distintas bancadas mayoritarias firmaron uno u otro de los proyectos, pero en ningún caso éstos llegaron hasta ahora a ser discutidos en el recinto central.
Durante este panel informativo, que suele servir para posicionar temas e informar a los legisladores, hubo pedidos explícitos de que se excluya de comités de ética a las religiones, y que éstas no los integren: “ni por el judaísmo, ni por el catolicismo, ni por los otros que nunca me acuerdo como se llaman” (sic), expuso el médico obstetra Mario Sebastiani, según describió Notivida. Otro expositor insistió en la línea de excluir la mirada religiosa del debate al considerar que ante la posible legalización “todas las críticas vienen de los de siempre, de los que se niegan a que el derecho sea laico, como tiene que ser”. Se trata de la jurista Aída Kemelmajer, quien aseguró que “si este proyecto sale sería un nuevo hito en la secularización del derecho”.
Hubo durante el panel permanentes referencias a la discusión previa que llevó, luego de dos debates parlamentarios, uno con el rechazo y otro más efímero que terminó con la aprobación mientras se transitaba la pandemia por COVID, a la legalización del aborto.
Cerca de 100 mil abortos
A finales de julio se dio a conocer el último informe estadístico sobre la cantidad de abortos realizados en la Argentina. Durante los años previos a la legislación, uno de los principales argumentos de quienes pedían por ella era que se realizaban más de 450 mil abortos por año. Aunque con alarmantes cifras, y en crecimiento, los registros oficiales con el aborto legalizado no llegan ni a una cuarta parte de esa estimación.
Según reseña el Centro de Bioética, Persona & Familia del informe “Reporte anual 2022: Los rumbos de la experiencia argentina con el aborto legal. Proyecto Mirar”, iniciativa creada para monitorear la implementación de la ley del aborto en la Argentina, se realizaron en 2022 en torno a cien mil abortos. El informe completo puede verse en este enlace.
Esto supone un aumento en un 32% en el número de abortos en el subsector público entre 2021 (73.487 abortos) y 2022 (96.664), y 4966 abortos registrados en el sistema de las obras sociales. Pese a que en foros similares a estos realizados en torno a la eutanasia se aseguraba que la legalización no haría crecer la cantidad de abortos, las estadísticas muestran que sí subieron, como advertían quienes se oponían a la legalización. “También en ese punto se cumplen las predicciones hechas respecto a las consecuencias de legalizar el aborto en cuanto a impulsarlo como una política pública”, sostiene el Centro de Bioética, Persona & Familia.
Analizando la estadística presentada, según expresa el Centro de Bioética, Persona & Familia, se confirma también que otro de los argumentos que más esgrimían los promotores del aborto, relacionado con la mortalidad materna, tampoco era exacto. “Ahora, con aborto legalizado, sigue habiendo muertes maternas y las causas de esas muertes siguen necesitando atención”, señala el análisis del Centro de Bioética.
