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Monasterios de clausura: silencio, oración y belleza

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Matilde Latorre - publicado el 11/09/23
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Los monasterios de clausura son aquellos en los que los monjes y monjas viven una vida de aislamiento voluntario del mundo exterior, dedicada a la contemplación, la oración y el trabajo manual. Su finalidad es buscar a Dios y ofrecerle su vida por la Iglesia y la humanidad

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Existen diferentes órdenes religiosas que practican la vida monástica de clausura, cada una con su propia espiritualidad, regla y forma de vida. Entre ellas se encuentran los benedictinos, carmelitas, cartujos, cistercienses, jerónimos, trapenses, anunciadas, agustinas, clarisas, concepcionistas, dominicas y muchas más.

Los monasterios de clausura suelen estar situados en lugares apartados, rodeados de naturaleza o en el casco histórico de las ciudades. Sus edificios son testimonios de arte y cultura, que albergan un rico patrimonio material e inmaterial. Muchos de ellos ofrecen hospederías para acoger a personas que desean hacer un retiro espiritual o simplemente disfrutar de la paz y el silencio.

Los monjes y monjas de clausura siguen un horario fijo que marca el ritmo de su día. Se levantan muy temprano para rezar las primeras horas litúrgicas y luego se dedican al trabajo manual, que puede ser muy variado: agricultura, ganadería, artesanía o repostería, entre otros.

También tienen momentos de estudio, lectura, recreación y descanso. Vuelven a reunirse varias veces al día para celebrar la Eucaristía y las demás horas litúrgicas. Su oración es constante y abarca todas las dimensiones de la vida.

Los monjes y monjas de clausura no tienen contacto directo con el exterior, salvo en casos excepcionales. Se comunican con los visitantes a través de una reja o un torno. Sin embargo, esto no significa que estén ajenos a la realidad o que sean indiferentes al sufrimiento de los demás. Al contrario, su vocación es interceder por el mundo ante Dios y ofrecerle sus sacrificios y alegrías. Muchas personas acuden a ellos para pedirles oraciones por sus necesidades o para compartir sus experiencias.

monje
Monje trabajando en el jardín del convento

Los monasterios de clausura son una riqueza para la Iglesia y para la sociedad. Son lugares donde se vive el Evangelio con radicalidad y donde se respira una atmósfera de santidad. Son escuelas de sabiduría y de amor. Son oasis de paz y de belleza.

Si quieres conocer más sobre los monasterios de clausura, puedes visitar la página web de la Fundación DeClausura, una entidad que tiene como misión dar a conocer la razón de ser, la belleza y la importancia de la vida contemplativa y ayudar al sostenimiento de los monasterios y conventos.

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