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Aunque muchas mujeres del Nuevo Testamento se llamaban María, solo una mujer lleva este nombre en todo el Antiguo Testamento.
En la Biblia, la primera aparición del nombre se registra en el libro del Éxodo, cuando se menciona a la hermana de Aarón y Moisés, después de que el pueblo hebreo fuera liberado de la esclavitud en Egipto. El pasaje de Éxodo 15,20 nos dice que Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un timbal en su mano y todas las mujeres salieron tras ella con timbales y danzas.
El nombre Miriam, o Maryam, es de hecho la forma hebrea del nombre María, pero varios estudiosos creen que el nombre se originó en la lengua egipcia.
La Enciclopedia católica aborda la cuestión señalando algunas posibles interpretaciones:
El P. Von Hummelauer menciona la posibilidad de que el nombre Miryam tenga orígenes egipcios. Moisés, Aarón y su hermana nacieron en Egipto. El nombre de Aarón no puede explicarse a partir del hebreo; la hija del faraón dio el nombre de Moisés al niño que había rescatado de las aguas del Nilo; por tanto, es posible que el nombre de la hermana, María, fuera también de origen egipcio. Esto resulta aún más probable si tenemos en cuenta que el nombre de María no fue utilizado por ninguna otra mujer en el Antiguo Testamento que no fuera la hermana de Moisés.
El significado de María, derivado del egipcio Mery o Meryt, sería:
querida, amada".
Es plausible que el nombre se originara en Egipto y que más tarde recibiera la influencia de la lengua hebrea, y luego fuera transformado por las lenguas griega y latina.
Si el nombre de María se originó efectivamente en Egipto, nos recuerda simbólicamente la realidad de Jesús como el nuevo Moisés que vino a liberarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte.