separateurCreated with Sketch.

La cerveza trapense, una bebida con alma monástica

La Trappe Tripel
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Matilde Latorre - publicado el 14/10/23
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
La cerveza es una de las bebidas más antiguas y populares del mundo, pero también una de las más diversas y ricas en matices. Dentro de la amplia variedad de estilos y tipos de cerveza, hay uno que destaca por su calidad, sabor e historia: la cerveza trapense

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.

Deseo donar en 3 clics

La cerveza trapense es aquella que se elabora dentro de los muros de una abadía trapense, es decir, perteneciente a la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia, una rama reformada de los monjes benedictinos que se caracteriza por su vida austera, silenciosa y orante. Los trapenses siguen la regla de San Benito, que establece que los monjes deben vivir del trabajo de sus manos. Por eso, muchas abadías trapenses se dedican a la producción de diversos productos artesanales, entre los que destaca la cerveza.

La tradición cervecera de los trapenses se remonta al siglo XVII, cuando algunas abadías comenzaron a fabricar cerveza para el consumo propio de los monjes y para ofrecerla a los huéspedes y peregrinos. Con el tiempo, la cerveza trapense se fue perfeccionando y adquiriendo fama por su calidad y su sabor. Sin embargo, no todas las abadías trapenses elaboran cerveza, ni todas las cervezas que se venden como trapenses lo son realmente.

Auténtica cerveza trapense

Para garantizar la autenticidad y el origen de la cerveza trapense, en 1997 se creó la Asociación Internacional Trapense (AIT), que otorga el sello "Authentic Trappist Product" a las cervezas que cumplen con tres requisitos:

  • Haber sido elaborada dentro de los muros de una abadía trapense o en sus inmediaciones.
  • Haber sido elaborada por los propios monjes o bajo su supervisión.
  • Los beneficios obtenidos por la venta de la cerveza deben destinarse al mantenimiento de la abadía y a obras sociales.

Actualmente solo hay 14 abadías en el mundo que tienen el permiso de la AIT para producir y comercializar cerveza trapense. De ellas, 6 se encuentran en Bélgica (Westmalle, Chimay, Orval, Rochefort, Westvleteren y Achel), 2 en Holanda (La Trappe y Zundert), 2 en Austria (Engelszell y Stift Schlägl), 1 en Italia (Tre Fontane), 1 en Estados Unidos (Spencer), 1 en Inglaterra (Tynt Meadow) y 1 en Francia (Mont des Cats).

Su clasificación:

Cerveza

Cada una de estas abadías tiene su propia receta y su propio estilo de cerveza, pero todas comparten algunas características comunes: son cervezas de alta fermentación, es decir, que se fermentan a temperaturas elevadas con levaduras especiales; son cervezas refermentadas en botella, es decir, que se les añade azúcar y levadura antes del embotellado para que sigan madurando y generando gas carbónico; y son cervezas con un alto grado alcohólico, que suele oscilar entre el 6% y el 12%.

Las cervezas trapenses se clasifican según su color y su graduación en tres categorías: simple o enkel (rubia o ámbar, entre 4% y 6%); doble o dubbel (oscura o roja, entre 6% y 8%); y triple o tripel (rubia o dorada, entre 8% y 10%). Algunas abadías también producen otros tipos de cerveza más especiales o exclusivos, como la cuádruple o quadrupel (oscura o negra, entre 10% y 12%), la blanca o witbier (pálida o turbia, entre 4% y 6%), o la reserva o special (de edición limitada o con ingredientes especiales).

Una obra de arte para degustar con calma

Estas cervezas son unas de las más apreciadas y buscadas por los amantes de la buena cerveza gracias a su sabor intenso, complejo y equilibrado, con notas frutales, especiadas, tostadas o amargas, según el tipo de cerveza. Su aroma es envolvente, profundo y seductor, con matices de malta, lúpulo, levadura o miel. Su aspecto es atractivo, brillante y espumoso, con una espuma densa y cremosa. Su cuerpo es pleno, redondo y suave, con una textura agradable y una carbonatación moderada.

Ahora tenemos más fácil que nunca poder degustar con nuestros familiares y amigos esta deliciosa cerveza, puede comprarse en la página web de la Fundación DeClausura y en unos días llega directo a casa para deleite de todos; lo mejor de todo es que de esta forma también estarán ayudando al sostenimiento de las comunidades contemplativas.

Las cervezas trapenses son unas cervezas que se deben degustar con calma, respeto y admiración, como si se tratara de una obra de arte. Son bebidas que invitan a la reflexión, a la conversación y a la contemplación; tienen un alma monástica, que refleja la espiritualidad, la tradición y la calidad de los trapenses.

Son unas cervezas que no solo deleitan el paladar, sino que también alimentan el espíritu.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.