La Iglesia católica tiene un amor especialísimo por Jesús en el Santísimo Sacramento del altar, misterio inefable que es el centro de la fe cristiana y que se refleja en el acto de adoración. Esta forma de oración y acercamiento es la más sublime que puede tener el cristiano, puesto que se encuentra con Jesús en persona.
Por eso, entre más pequeños experimenten esa relación, más profunda será su fe y su amor por Cristo.
Adoración Nocturna Mexicana
Mauricio Martínez Amaral, presidente nacional de la archicofradía de la Adoración Nocturna Mexicana, una asociación que cumplirá 124 años el próximo 4 de febrero, comenta que su principal objetivo es "adorar a nuestro Señor Sacramentado cuando está expuesto", lo que realizan durante las reuniones que llaman juntas de turno, que se llevan a cabo un sábado al mes.
Ahí se reúnen todos los adoradores para hacer su vigilia, comenzando a las 10 de la noche para terminar a las 5 de la mañana con la santa Misa. Durante esas horas, hacen oración frente al Santísimo. Todos los adoradores tienen un turno, incluidos los niños y niñas, a quienes les corresponde el primero, pudiendo ser de 7 a 8 de la noche.
A ellos se les llaman Tarsicios e Ineses (o Inesitas), nombres inspirado en los santos Tarsicio e Inés, mártires niños de los primeros siglos del cristianismo. Él entregó su vida por defender la Eucaristía y ella por defender su virginidad consagrada a Cristo.
¿Quién puede pertenecer a los Tarcisios e Inesitas?
Todos los niños y niñas pueden integrarse a la adoración a Cristo Eucaristía, la cual debe comenzar desde la más tierna infancia. Mauricio Martínez comenta que para participar como Tarcisios o Inesitas deben tener 8 años cumplidos y haber hecho la primera comunión, como requisito indispensable, porque al concluir la vigilia "el objetivo principal es comulgar".
Agrega que ellos tienen una formación que dura seis meses, y al finalizar este periodo, durante una Vigilia solemne se les entrega su distintivo. Los niños son prioridad para ellos porque ahí está el semillero, por lo que siguen recibiendo capacitaciones y tienen instrucción con un ritual de oraciones especialmente elaborado para ellos.
Un Tarcisio o una Inés comienza a los 8 años y termina esta etapa a los 18. Después, se hace cambio de distintivo y se convierten en adoradores activos.
Frutos espirituales
Para el presidente de la Adoración Nocturna, los frutos espirituales que reciben los Tarcisios e Inesitas son infinitos porque son muy agradables a los ojos de Dios, ya que "su oración es totalmente pura" pues no tienen pecados graves. Además, se les enseña a hacer oración contemplativa, la que llaman "coloquio", que pueden hacerla caminando, permaneciendo en la iglesia o hasta jugando, pero unidos a Cristo Eucaristía, para lo que son cuidadosamente preparados.
Finalmente, Mauricio Martínez invita a todos a participar de la Adoración Nocturna Mexicana, algo que todas las iglesias deberían tener, porque "todos debemos adorar", por eso pide que pregunten en su parroquia por ellos para que se unan a este acto de amor a Dios hecho Pan para nosotros.