Fue una mujer de gran fe, profunda oración y radical pobreza que vivió en clausura durante casi toda su vida, pero que influyó en la Iglesia y en el mundo con su santidad y sabiduría. Clara nos dejó un legado espiritual que puede ayudarnos a empezar el año nuevo con renovado ánimo y propósito. Estas son algunas de las recomendaciones que podemos extraer de sus escritos y de su biografía:
Amar a Dios sobre todas las cosas
Santa Clara tenía un amor ardiente por Dios, que la llevó a abandonar a su familia, su riqueza y su comodidad para seguir a Cristo pobre y crucificado. Ella nos invita a poner a Dios en el primer lugar de nuestra vida, y a buscar su voluntad en todo momento. "Ama al Señor Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y ama a tu prójimo como a ti mismo" (Carta a Inés de Praga).
Vivir en la pobreza y la humildad
Santa Clara abrazó la pobreza como un medio para imitar a Cristo y para liberarse de los apegos materiales. Ella nos enseña a vivir con sencillez, gratitud y generosidad, compartiendo lo que tenemos con los más necesitados. También nos muestra el valor de la humildad, que consiste en reconocer nuestra verdad ante Dios y ante los demás, sin soberbia ni vanidad. "La pobreza es un camino de perfección, porque nos hace semejantes al pobre Cristo" (Testamento).
Orar con el corazón
La fundadora de las Clarisas era una mujer de oración que pasaba largas horas en contemplación y diálogo íntimo con Dios. Ella nos anima a orar con frecuencia, fervor y confianza, abriendo nuestro corazón a la acción del Espíritu Santo, que nos ilumina, nos consuela y fortalece.
También nos aconseja meditar la Sagrada Escritura, especialmente el Evangelio, y tener una especial devoción a la Eucaristía y a la Virgen María. "La oración es el ala con la que el alma se eleva a Dios" (Carta a Inés de Praga).
Servir a los hermanos con amor
A pesar de vivir en clausura, no se desentendió de los problemas y las necesidades de sus hermanos, sino que los asistió con su consejo, intercesión y ejemplo. Ella nos exhorta a servir a los demás con amor, alegría y misericordia, especialmente a los más pobres, a los enfermos y los marginados. También nos llama a vivir en fraternidad, en comunión y en paz, con un espíritu de perdón y de reconciliación. "Sean siempre amables y corteses unas con otras, y apoyen mutuamente sus cargas, como dice el Señor" (Regla).
Estas son algunas de las lecciones que santa Clara nos ofrece para empezar el año nuevo con buen pie. Si las ponemos en práctica, podremos crecer en la santidad y en la felicidad, y podremos ser testigos del amor de Dios en el mundo. Como dijo el Papa Francisco:
Santa Clara nos enseña que la verdadera riqueza está en seguir a Cristo, en vivir el Evangelio y en compartirlo con los demás”.