El ser humano vive deseoso de muchas cosas materiales; sin embargo, cuando ha alcanzado lo que cubre sus necesidades básicas, comienza a sentir que el vacío de su vida no se llena con nada. Las relaciones con las personas que ama son importantes, pero no siempre tan plenas o tranquilas como quisiera, pues en muchas ocasiones imperan las pasiones desenfrenadas que no le permiten vivir feliz. ¿Qué requiere, entonces, para gozar de paz? San Juan Pablo II comentó una vez:
"La paz el gran deseo de la humanidad de nuestro tiempo. Lo es de dos formas fundamentales: la exclusión de la guerra como medio de solución de las diferencias entre los pueblos ―o entre los Estados― y la superación de los conflictos sociales mediante la realización de la justicia".
Mi paz les doy
Nuestro Señor Jesucristo sabía que los hombres y las mujeres experimentaban desasosiego en sus almas, por eso, dice claramente a los discípulos: "Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!" (Jn 14, 27)
Pero, ¿cómo no inquietarse ni temer? ¡si somos tan frágiles! Jesús no dejó de desear la paz, por eso, el ser humano debe aprender a confiar en su palabra; no podremos vivir bien si no nos abandonamos en sus manos. Los santos nos dan ejemplo de confianza en la voluntad de Dios, comenzando con María Santísima:
«Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho» (Lc 1, 38).
¿Qué dicen los santos?
Cuatro santos nos dicen como obtener la paz del corazón, que se basa en el amor a Dios:
1San Francisco de Asís
"Antes de hablar de paz, debes tenerla en tu corazón".
2San Pío de Pietrelcina
"No te preocupes al punto de perder tu paz interior; reza con perseverancia y con fe , con calma y serenidad".
3Santa Teresa de Calcuta
"No necesitamos armas y bombas para llevar la paz. Necesitamos amor y compasión".
4San Juan Pablo II
"Ésta es la primera forma de paz que los hombres necesitan: la paz conseguida con la superación del obstáculo del pecado".