Desde los albores del catolicismo, la música ha desempeñado un papel fundamental en la creación de una conexión espiritual con lo divino. Los órganos de tubos -instrumentos en los que el sonido se produce impulsando la presión del aire a través de los tubos pulsando las teclas de un teclado- han llegado a simbolizar la música sagrada quizá más que ningún otro instrumento. Ampliamente utilizados desde el siglo XIV, los órganos han adoptado muchas formas, como el organillo portátil y el órgano de banda.
El órgano en funcionamiento más antiguo del mundo, que data de 1435, se encuentra en Suiza, en el interior de la Basílica fortificada de Valère, una imponente iglesia construida en el siglo XIII sobre la ciudad suiza de Sión. Sus tubos, dispuestos para recrear el contorno de una iglesia -con dos conjuntos de tubos más altos a cada lado de un conjunto de tubos de forma triangular- han permanecido inalterados desde su creación hace más de 500 años, salvo por la introducción en el siglo XVIII de una serie de tubos especiales diseñados para interpretar música barroca.
Como se explica en un blog sobre instrumentos antiguos, este órgano centenario es el más adecuado para la música antigua afinada en acordes de re, fa o sol. Amantes de la música de todo el mundo acuden a este rincón de los Alpes suizos durante el verano, cuando la basílica acoge su Festival Internacional de Órgano Antiguo. El festival, que dura 20 días, desde mediados de julio hasta finales de mes, incluye actuaciones y charlas sobre la música antigua para órgano.
"Nos sorprendió ver cuánta gente acudió al primer concierto organizado para celebrar este antiguo instrumento", dice Maurice Wenger, fundador del Festival Internacional de Órgano Antiguo.
Wenger conoció este antiguo instrumento cuando crecía en la región de Valère. Cuando descubrió que este órgano patrimonial no podía tocarse por falta de mantenimiento, se puso en contacto con expertos que pudieran volver a convertir el órgano de 600 años en un instrumento de interpretación en vivo.
Gracias a los esfuerzos de varios expertos y de donantes que se ofrecieron a patrocinar la restauración del órgano, Wenger pudo volver a escuchar música solemne interpretada por el órgano más antiguo del mundo. Conmovido por esta experiencia, decidió compartirla con otros amantes de la música de órgano y creó el Festival Internacional de Órgano Antiguo en 1969.
La próxima edición del festival tendrá lugar en julio de 2024 y el programa estará disponible a principios de junio.
Escuche cómo suena el órgano más antiguo del mundo en el siguiente video: