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Invocación
Oh san José glorioso, digno de todo honor, esposo de María, guardián del Salvador. Por tus ruegos, oh san José, mil favores alcanzaré.
Oración
San José, padre adoptivo de Jesús, alabamos al Señor por la comunicación profunda que tuviste con Él durante su infancia y juventud, en Belén, en Egipto y en Nazaret, cuando lo amabas paternalmente y Él correspondía filialmente a tu amor.
Tu fe te hacía adorarlo como al Hijo de Dios hecho hombre, mientras Él te obedecía, ayudaba y escuchaba. Tenías con Él agradables conversaciones y, ocupados en el mismo trato, compartían grandes penas y gozaban de dulces consuelos.
Intercede por nosotros para que nunca ofendamos a Jesús ni lo perdamos a causa del pecado. Ruega por nosotros para que comulguemos, nos confesemos bien, alcancemos una grande intimidad con Jesús, y -después de haberlo amado fervientemente en la tierra- podamos poseerlo para siempre en el Cielo.
Amén.
San José, ruega por nosotros
Medita
Tu vida interior, san José, está llena de un silencio especial, contemplativo; es el silencio que el hombre y la mujer de hoy necesitan. A nuestro alrededor existe solo ruido en las familias; de noche y de día, el ruido del mundo opaca tu voz en la sociedad.
Concédeme, san José, tener cinco minutos de silencio durante el día para reencontrarme, descubrirme y contemplarte; para gozar la presencia de Dios, para contemplar y dialogar contigo. Concédeme Señor esos cinco minutos de silencio, de evaluación, de trascendencia, para desnudarme en tu presencia y vestirme con tu gracia.
Tus actividades, san José, están envueltas por el silencio y dejan entrever un clima de profunda contemplación. Estabas siempre en contacto con el misterio del Verbo Encarnado que había establecido su morada en tu casa.
Concédeme tu profunda vida interior. Sin duda fue esta experiencia de contemplación la que te llevó a descubrir en Jesús al Hijo de Dios hecho hombre, hecho don, hecho servicio, hecho redención.
Compromiso
¿Qué sucedería si los padres de familia, los jóvenes, y todos nosotros, tuviéramos cinco minutos diarios de oración, reencuentro, meditación y contemplación? Tendré cinco minutos de silencio al día para dejar que Dios me contemple y yo contemplarlo.
¿Qué sucedería si todos, contemplando la naturaleza, lográramos encontrar a Dios y a nuestro prójimo? Descubriré a Dios en la naturaleza y en mis hermanos.
Oración para pedir las gracias
San José, nunca se escuchó que alguien que te haya invocado no haya sido consolado. Con esta confianza, vengo a ti y fervorosamente me confío a tu positiva respuesta. Te pido que protejas a mi familia, a su economía, para que nunca le falte el pan de cada día.
Te pido por los trabajadores, para que nunca les falte un trabajo digno y remunerado según la justicia; te pido por los padres de familia, para que cultiven y transmitan a sus hijos los valores cristianos que los sostengan en la vida; te pido por los emigrantes y por los que están lejos de nuestra Patria, por la Iglesia universal, por el Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas.
San José escucha la petición que ahora te presento y me agobia (Pida la gracia que desea obtener). Te pido que, si es para mi bien, la presentes a Dios, pues por tu intercesión, oh san José, espero recibir esta gracia.
Amén.
Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre…
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
(Tomado de la Novena a San José, de P. Guillermo Gándara Estrada ssp, ediciones paulinas)