Aunque la iglesia es el lugar por excelencia para rezar las liturgias oficiales (como la Misa), los cristianos no están restringidos a rezar solo dentro de un lugar sagrado. El hogar, en particular, suele llamarse "iglesia doméstica" (CIC 1655).
Los cristianos podemos rezar en cualquier momento y lugar pero, incluso dentro de nuestras propias casas, existen lugares más adecuados para la oración.
Tener un espacio especial
Esto podría ser tan sencillo como rezar en el dormitorio en vez de en la sala. Al mismo tiempo, esto podría ser lo contrario para otras personas, que tienen un mejor lugar para rezar en su sala.
El Catecismo de la Iglesia Católica anima a los cristianos a dedicar un espacio particular de su casa a la oración:
"Para la oración personal, puede ser un 'rincón de oración' con las Sagradas Escrituras y los iconos, para estar allí, en secreto, ante nuestro Padre. En una familia cristiana, esta especie de pequeño oratorio favorece la oración en común.
Los rincones de oración son una tradición popular en muchos hogares cristianos orientales, aunque últimamente se han hecho más comunes en los hogares cristianos occidentales.
Algunas familias tienen una "mesa de oración" donde colocan estatuas e imágenes religiosas, mientras que otras simplemente tienen un estante dedicado a su santo favorito.
Rezar en familia
El mejor lugar para rezar varía según la familia y la persona, pero lo más importante es intentar separar un lugar de la casa que fomente la vida de oración personal.
En países como México, se acostumbra a rezar en tiempos muy señalados, por ejemplo, los 47 rosarios a la Virgen de Guadalupe que comienzan en octubre, o bien, el novenario de algún santo o hasta de un difunto.
Por eso, aunque la casa sea pequeña, bien vale acomodar un espacio especial para que todos los miembros de la familia se acerquen a rezar juntos y den gracias a Dios desde que amanece hasta que se van a descansar.