Lejos de incitar al odio desde Aleteia, o dar a estos Caínes cualquier cosa para alimentar su falta de cortesía, hay que reconocer que la Biblia no carece de originalidad, incluso en la truculenta elección de insultos y ofensas.
Algunos dirían: "Si es bíblico, está permitido": Aleteia ha seleccionado una selección de insultos burlones y -casi- cordiales para pronunciar con moderación la próxima vez que una "paloma ingenua" o un "pastel a medio cocer" te hagan pasar por un mal momento.