¡Qué esplendor! El paciente trabajo de los cientos de artesanos que se afanan desde hace meses en el corazón de Notre-Dame de París pronto podrá ser admirado por todo el mundo. Cinco años después del terrible incendio que asoló su techumbre y dañó sus espléndidas decoraciones góticas, la catedral comienza a revelarse en todo su esplendor para los pocos privilegiados que pueden entrar, seis meses antes de su reapertura.
En el interior, la limpieza de los muros, vidrieras, bóvedas y decoraciones está casi terminada, lo que confiere a la catedral una luminosidad que nadie ha visto jamás. El órgano ha recuperado sus tubos y las capillas laterales sus decoraciones. La piedra de la nave resplandece ahora con cada rayo de sol en las vidrieras. Algunas de las obras de arte más emblemáticas de este santuario, testigo de la ardiente fe de Francia durante siglos, han recuperado su antiguo esplendor. Se acerca el momento de que fieles y visitantes regresen a su catedral. He aquí una mirada al interior de Notre-Dame, actualmente en restauración.