Las empresas que suman y que generan empleo, que aumentan la cohesión de la sociedad y la hacen progresar tienen tres pilares: la ética, la sostenibilidad y el bien común.
Con estas tres grandes referencias se comprometieron más de 200 emprendedores y profesionales los pasados 11 y 12 de abril en el II Encuentro de Empresarios de Santiago de Compostela.
"Hablar de empresa no es solo hablar de balances y beneficios; es hablar de familia, de trabajo, de oportunidades, de creatividad, de iniciativas…", dijo el impulsor del encuentro, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio. Y lanzó algunos retos:
1 | Necesitamos un horizonte de principios que nos acompañe desde el inicio hasta el final de los proyectos.
2 | Tenemos que cuidar esta sociedad, este planeta, no solo en cuanto a cifras, sino en cuanto a las personas, respetando fundamentalmente su libertad y su dignidad.
3 | Que en la empresa se encuentren los derechos personales y los sociales. Comprometámonos con una economía integradora y no excluyente.
“Algorética”
El presidente de la Academia Pontificia de la Vida, el arzobispo Vicenzo Paglia, ofreció la primera conferencia.
Habló de las contribuciones de la Iglesia Católica a las reflexiones éticas sobre Inteligencia Artificial.
Según resumió el arzobispado de Santiago, explicó que el "Llamamiento de Roma" -el documento para apoyar un enfoque ético de la inteligencia artificial- propone una algorética, es decir, una ética de los algoritmos.
Esta "algorética" orienta según los principios de la Doctrina Social de la Iglesia: dignidad de la persona, justicia, subsidiariedad y solidaridad.
Los destinatarios son la sociedad en su conjunto, las organizaciones, los gobiernos, las instituciones, las empresas tecnológicas internacionales, señaló.
"Todos son necesarios para compartir un sentido de responsabilidad que garantice a toda la humanidad un futuro en el que la innovación digital y el progreso tecnológico pongan al ser humano en el centro", añadió.
Empresarios y progreso
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, dijo que "no hay buena economía sin buenos empresarios".
Afirmó que "el deseo de crear, de generar valor, de emprender, de avanzar, de progresar, de lograr una vida buena, tanto para uno como individuo como para nuestro grupo cercano, la familia, la sociedad, es algo que forma parte intrínseca del ser humano".
Y añadió que "no solo está en el ADN, sino que es una obligación: se le exige al hombre que aplique toda su inteligencia para ponerla en valor, mejorar lo que existe y ponerlo al servicio de las personas".
Garamendi destacó que "la generación de riqueza por parte de las empresas no solo se traduce en los legítimos beneficios, sino que también genera puestos de trabajo, sueldos, inversiones e impuestos, que en última instancia son los recursos que sostienen los servicios del Estado para todos los ciudadanos".
También dijo que el empresario está llamado a producir riqueza y a mejorar el mundo, poniendo a las personas en el centro.
Y señaló la importancia del diálogo social, de empresarios con trabajadores y gobierno, para la paz social.