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Dar lo mejor de nosotros mismos día a día es un acto que nos ayuda a descubrir de qué estamos hechos y a lo que Dios nos llama. Sin embargo, podemos exigirnos de más, llevándonos a caer en la tendencia de ser perfeccionistas.
El perfeccionismo es conocido por una cierta tendencia que impulsa a la persona a tener altas expectativas sobre sí mismo y sobre los demás, acompañado de una gran preocupación por cometer errores en todos los ámbitos.
Todos estamos invitados a llevar un estilo de vida que nos ayude a llegar a Cristo, por medio de un amor puro y perfecto, tal como lo menciona santa Teresita en su diario Historia de un Alma, en el cual nos habla de un caminito espiritual; el cual no nos exige ser perfectos, sino que nos plantea una manera de llegar al cielo.
No te autojuzgues
En las Sagradas Escrituras encontramos un importante recordatorio: "No seas excesivamente justo ni quieras ser demasiado sabio: ¿para qué te vas a arruinar?" (Ecl 7,16).
Por lo tanto, no debemos exigirnos de más, Dios no pide santos que sean perfectos y sin errores, Él nos ama con todo y nuestros defectos, a pesar de las imperfecciones de nuestra vida.
Los Carmelitas Descalzos al llevar una vida contemplativa y sin apegos, nos invitan a profundizar en la misión que Dios tiene en nuestras vidas, siguiendo el ejemplo de su fundadora Santa Teresa de Ávila y pidiendo a Dios que nos veamos como él nos ve, sin juicios; por ello, la espiritualidad de los Carmelitas, puede ayudarte a llevar una vida de entrega y paz.
Presta atención a estos consejos de Santa Teresa de Ávila, santa Teresita de Lisieux y san Juan de la Cruz, quienes fieles a Dios decidieron subir por el Monte Carmelo para llevar una vida que tenga como meta el amor.
1Humildad
Santa Teresa tomaba como prioridad esta virtud, pues decía que la humildad es la base de todas las virtudes, por ende, reconocer nuestras dificultades con humildad, nos hace entender que no somos Dios, pero que aun así podemos alcanzar la santidad.
Santa Teresita del Niño Jesús replicó esta enseñanza de santa Teresa, puesto que ella humildemente se reconoció pequeña, pero con total esperanza.
2Santidad real
Santa Teresa, la mayor, aconsejó a sus hermanas religiosas buscar la santidad desde su contexto actual, es decir, desde su realidad, desde sus posibilidades, con sus dones y talentos. No buscar una santidad perfecta.
3Permítete llenarte de Dios
San Juan de la Cruz, nos invita a vaciarnos de todo aquello que no viene de Dios, para llenarnos de lo que verdaderamente Dios quiere para nosotros.
En los momentos en los que no te creas suficiente, acude a este gran santo y pídele que te ayude a vaciar tu corazón de preocupaciones o de autocríticas erróneas.