La historia presente de México atraviesa por un momento álgido, pues el próximo 2 de junio se realizará la jornada electoral donde se elegirá a el o la próxima presidente y se renovarán las cámaras de senadores y diputados federales. Además, en algunos estados también serán electos gobernadores, presidentes municipales y diputados locales.
Es, pues, un tiempo de reflexión y acción, ya que los mexicanos deberán poner sobre la balanza las promesas de campaña de cada candidato y, de esta manera, tomar la mejor decisión.
Una tarea difícil
Sin embargo, la tarea más difícil será convencer a los millones de mexicanos que en el pasado se han abstenido de ejercer su sufragio, que es un derecho y un deber cívico, porque el que vota tiene derecho a pedir cuentas.
Además, debe votar en conciencia, es decir, que su elección esté de acuerdo con sus principios cristianos, como lo indica el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia:
"Es necesario efectuar una opción coherente con los valores, teniendo en cuenta las circunstancias reales. En cualquier caso, toda elección debe siempre enraizarse en la caridad y tender a la búsqueda del bien común" (573).
La Iglesia de México ora
Por lo antes expuesto, los obispos mexicanos han hecho un llamado para orar por una jornada electoral en paz. Atendiendo a esta petición, el jueves 23 de mayo se hizo una vigilia de oración en la Basílica de Guadalupe, dirigida por Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, responsable de la dimensión episcopal de laicos.
Así mismo, el domingo 26 de mayo el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, presidirá la Eucaristía con motivo de la Jornada Nacional por la Paz, oración que se replicará en todas las parroquias de México.
Oración de los obispos por las elecciones en México:
“Señor nuestro, dueño del tiempo,
en este momento crucial de nuestra historia,
nos dirigimos a Ti con humildad y esperanza
para que guíes y bendigas a nuestra Nación,
permitiendo que estas elecciones se realicen libres
de discordia y violencia.
Derrama el Espíritu Santo sobre todos los ciudadanos,
inspirándonos a participar activa y conscientemente
en este proceso democrático.
Que cada voto refleje nuestro compromiso
con la verdad y el amor,
ilumina a quienes buscan gobernar y servir a nuestros
pueblos.
Que los próximos gobernantes trabajen con sabiduría para
construir una sociedad basada en el bien común,
la dignidad de la vida, la educación y la familia.
Que podamos caminar juntos en la paz, la verdad y la justicia.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor y Salvador,
Él que es camino de justicia y solidaridad.
Amén”