El fuego de las elecciones se ha apagado. Viene la “normalidad” en un país lleno de sangre y de ira. Sin embargo, la vida sigue. Dos inquietudes nos saltan después de todo el jaloneo electoral y postelectoral: ¿Qué pendientes hay en México? ¿Qué debe hacer, restaurar, cambiar la próxima presidenta? Le hemos hecho estas preguntas a un conjunto de intelectuales y humanistas mexicanos y este es un apretado resumen de sus respuestas.
Los cuatro grandes pendientes
Para quien es, quizá, el más respetado poeta, editor, ensayista y escritor mexicano, Gabriel Zaid, “los mayores pendientes políticos de México son la inseguridad, la corrupción y el acoso a la división de poderes y a la transparencia”. En el mismo orden de ideas, Zaid recuerda que “el mayor pendiente educativo es tener maestros aficionados a leer libros, el mayor pendiente cultural: la multiplicación de bibliotecas” y “el mayor pendiente espiritual es la tolerancia.”
Autonomía del poder político
Por su parte, el filósofo, poeta y ensayista Julio Hubbard subraya que México necesita “órganos autónomos” y “restaurar los que se pueda". También “que la Secretaría de la Función Pública debe dejar de depender del gobierno y volverse autónoma y que los programas sociales pasen a un órgano autónomo, de modo que se administren de modo transparente y quede claro que: a) la aportación es de la sociedad, b) es un programa de Estado y no del gobierno”.
Saber qué hacer y explicarlo
Más adelante, el profesor e historiador, autor de los tres tomos de La Cristiada, Jean Meyer, hace la siguiente reflexión para la próxima presidenta de México: “Pericles decía de los dirigentes que deben ‘saber qué es lo que hay que hacer y ser capaces de explicarlo; querer a su país y ser incorruptibles.’ Más de 2 mil 300 años después, sus palabras siguen válidas. Exitosos son los dirigentes capaces de pensar cuál dirección debe tomar la sociedad y cuál debe ser su propio papel para ayudar a la sociedad a pensarse a sí misma”.
Seguridad, justicia y paz
En opinión del poeta y activista por la paz Javier Sicilia, hay muchos pendientes que deberá enfrentar la siguiente mandataria mexicana. Pero el (pendiente) fundamental es el de la seguridad, la justicia y la paz. Sin ellas, el Estado carece de razón de ser y la democracia es inexistente. Por desgracia, quienes aspiran al poder no parecen pensar lo mismo. Sus propuestas, al respecto, son de una pobreza descorazonadora”.
Además, deberá “unificar a la nación para articular una política de Estado transexenal que, descapaturándolo de sus vínculos con el crimen organizado, le permita transitar a un estado de Derecho, que nunca ha existido en México”.
Retomar el humanismo
Para el novelista Francisco Prieto: “Es fundamental y prioritario el restablecimiento del Seguro Popular y asegurar el abastecimiento de medicamentos. En segundo lugar, hacer presente que México fue un virreinato y no una colonia, que América Latina es tal por el mestizaje de los pueblos de España con los de América y que hablar de ‘descolonizar’ es una estupidez, un sin sentido”.
Y agrega: “En tercer lugar, pero igualmente importante, que la educación debe retomar el humanismo, que es una herencia cristiana; hacer presente que la vinculación entre las repúblicas de América Latina tiene como eje la lengua española y la fe cristiana. La cultura general, que no puede confundirse con la ciencia, tiene que alimentar un nuevo proyecto educativo.”
Reconciliación y empatía
Finalmente, para la historiadora María Luisa Aspe Armella, “la primera recomendación es trabajar para la reconciliación nacional entendiendo que tal reconciliación implica necesariamente reconocer la enorme deuda histórica que los gobiernos de distinto signo ideológico y partidista han desatendido: pobreza, desigualdad e inequidad en oportunidades, en el acceso a la justicia, educación y salud”.