Preparativos de boda: ¿por qué tanto estrés?

Casarse puede ser una fuente de estrés para muchas parejas. A menudo, los novios llegan agotados al día de la boda, porque la organización ha resultado ser una auténtica carrera de obstáculos. Ceremonia, banquete, decoración, catering...

¡La lista de cosas por hacer es interminable y las expectativas de los novios son muy altas! Además, los gastos son a menudo desorbitados y pueden poner a prueba la economía de la pareja. Aquí tienes algunos consejos para que ese día se centre un poco más en su significado principal: la unión de dos personas en sagrado matrimonio.

Con las redes sociales, las parejas suelen verse inundadas de imágenes de bodas idílicas y decoraciones extravagantes. Sin embargo, al centrarse tanto en los detalles, es fácil olvidarse de lo esencial. Aunque tu perfil de Pinterest rebose de ideas bonitas, limítate a las más factibles y compatibles con tu presupuesto.

Recuerda que tus invitados se acordarán sobre todo de ti y del ambiente, más que de las flores o la decoración de la mesa. ¿Por qué alquilar un coche de época o de lujo para la iglesia? A menos que seas un apasionado de los coches o que ya tengas un coche de lujo a tu disposición, no tiene por qué ser así y, con un poco de imaginación, encontrarás otros medios de transporte que cuestan mucho menos.

Lo importante el día de tu boda es que te sientas relajado y disfrutes al máximo. Así que, si no son bailarines natos y temen el primer baile, ¿por qué no abrir nuevos caminos e invitar a todos sus invitados a la pista? Los discursos también pueden ser una fuente de estrés, sobre todo para los introvertidos.

Si la idea de tomar el micrófono puede estropear tu boda, no lo hagas o piensa en alternativas, como un discurso pregrabado o la lectura de un poema o una oración que tenga significado para ambos. No dudes en adaptar las tradiciones para que se adapten a ti y te ayuden a mantener la serenidad.

En cuanto a las invitaciones, piensa bien quiénes quieren que los acompañen. Quienes estarán ahí para apoyaros como pareja y a su matrimonio. Si no te sientes cómodo invitando a alguien, pregúntate si podrías ofenderle y piensa en las consecuencias a largo plazo. Esto puede ayudarte a decidir a quién invitar si no estás seguro.

Si preguntas a la gente qué es lo que más les ha gustado de una boda, aparte de la ceremonia y la pareja, suelen mencionar la comida, especificando si fue buena o mala. Sin embargo, para no disparar el presupuesto, opta por platos sencillos pero sabrosos. Al fin y al cabo, los invitados suelen preferir platos sencillos y deliciosos a un menú demasiado complejo.

En cuanto al alcohol, fije un presupuesto claro. Acuérdate de dejar un número razonable de botellas por mesa durante las comidas, y luego fija un presupuesto limitado para el bar, para evitar que algunos invitados se excedan y se comporten de forma inapropiada durante la velada.

Las parejas se casan cada vez más tarde y, por tanto, están en mejores condiciones de financiar su boda, o al menos de contribuir económicamente a ella. Sin embargo, para algunos padres sigue siendo importante contribuir a los gastos de la boda. Puedes pedirles que estipulen cuánto les gustaría contribuir, para que puedas planificar la boda en consecuencia.

Las sesiones de fotos pueden llevar mucho tiempo, sobre todo en exteriores. Piensa de antemano en las fotos esenciales que realmente quieres tener, y pide al fotógrafo que haga fotos más informales y espontáneas durante el día. Durante la sesión de fotos oficial, asegúrate de que tus invitados estén bien ocupados para evitar el aburrimiento.

Evita imponer demasiadas normas a tus invitados y fijarte en elementos superficiales. En las redes sociales oímos muchas historias de novias disgustadas porque una invitada no ha respetado un código de vestimenta o de una invitada que se queja porque la novia ha hecho peticiones poco realistas. Recuerda que el objetivo principal del día es celebrar su unión en un ambiente alegre y relajado.

No olvides que, aunque sea tu gran día, los invitados a menudo tienen que gastarse una pequeña fortuna para asistir a una boda, sobre todo si vienen de otra región. Sé razonable en tus peticiones. No esperes que todo sea perfecto. Si las cosas no salen según lo previsto, será una anécdota divertida que contar cuando celebréis vuestras bodas de oro.

Enviar tarjetas de agradecimiento es siempre un bonito detalle para tus invitados. No te limites a enviar un "gracias" en un grupo de WhatsApp. Dedica tiempo a escribir a tus invitados una tarjeta personalizada para decirles lo mucho que te ha gustado su presencia y agradecerles su regalo.