Este lunes, el Papa Francisco autorizó la publicación de varios decretos relativos a católicos cuyas causas de canonización están en curso. Entre ellos, la Iglesia destaca al "arquitecto de Dios", el laico catalán Antonio GaudíCampaña de Cuaresma 2025
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El Papa Francisco ha aprobado el reconocimiento de las "virtudes heroicas" del arquitecto español Antonio Gaudí (1852-1926), indicado por la oficina de prensa de la Santa Sede el 14 de abril de 2025. El diseñador de la Sagrada Familia, la famosa basílica de Barcelona consagrada por Benedicto XVI en 2010, es ahora "venerable". Es el primer paso hacia su beatificación y canonización.
Durante una audiencia celebrada el lunes con el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Papa Francisco, actualmente en convalecencia en su residencia del Vaticano, autorizó la publicación de varios decretos relativos a católicos cuyas causas de canonización están en curso. Entre ellos, la Iglesia destaca al "arquitecto de Dios", el laico catalán Antonio Gaudí.
Nacido el 25 de junio de 1852 en Reus (España), se trasladó a Barcelona en 1868 -donde pasaría el resto de su vida- optando por estudiar arquitectura. Se tituló como arquitecto en 1878 y ese mismo año escribió el "Manuscrito de Reus", una serie de apuntes en los que ya se vislumbraba su visión vanguardista de los edificios religiosos, impregnados de la fe cristiana.
En el espacio de tres años, entre 1876 y 1879, Antonio Gaudí perdió a su madre, a su hermano y a su hermana, y se convirtió en el tutor de su sobrina, a la que cuidó hasta la muerte de la niña en 1906. Permaneció soltero toda su vida, dedicándose a su arte.
En 1883, Gaudí aceptó la dirección de los trabajos de la iglesia de la Sagrada Familia, sin que la primera piedra se hubiera colocado el año anterior en Barcelona. Al mismo tiempo, participó en numerosas obras eclécticas civiles y religiosas, en las que desarrolló su gran estilo inspirado en la naturaleza, tanto en los jardines como en la ornamentación. Varias de sus obras están incluidas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, entre ellas el Parque Güell y el Palacio Güell.
Una vida piadosa y austera
Con el paso de los años, Antonio Gaudí llevó una vida cada vez más jubilosa y ascética, centrada en la oración, la penitencia y el ayuno riguroso. A partir de 1894, estuvo a punto de morir a causa de un ayuno extremo, como indica su biografía en la página web del Dicasterio para las Causas de los Santos. Sin embargo, esta prueba marcó "una profunda experiencia espiritual en su búsqueda de Dios".
En 1925 se trasladó a una pequeña habitación junto a la Sagrada Familia en construcción, tras lo cual se dedicó exclusivamente a ella durante las dos últimas décadas de su vida. Creó dos fundaciones piadosas en memoria de su padre y de su madre.
El 7 de junio de 1926, fue atropellado por un tranvía. Al no ser identificado, fue trasladado al hospital de la Santa Creu, considerado el asilo de pobres de la capital. Allí murió el 10 de junio tras recibir la extremaunción, pronunciando sus últimas palabras: "Dios mío, Dios mío".
Unas 30 mil personas participaron en el cortejo fúnebre en la ciudad. Ahora está enterrado en la capilla de Nuestra Señora del Carmen, en la cripta de la Sagrada Familia.
La obra de su vida, la Sagrada Familia
La grande obra del arquitecto catalán descansa en la basílica expiatoria de la Sagrada Familia. Antonio Gaudí dedicó más de 40 años de su vida a la construcción de esta basílica de 18 plantas, un proyecto monumental de 4 mil 500 metros cuadrados considerado una obra maestra de la arquitectura. Este templo, aún inacabado en su momento, se asocia con el gótico tardío español, el modernismo catalán y el Art Nouveau, y fue consagrado por Benedicto XVI el 7 de noviembre de 2010.
El Papa alemán describió a Antoni Gaudí como "un arquitecto genial y un cristiano coherente". Rindió homenaje a su arte, inspirado en "los tres grandes libros que le nutrieron como hombre, creyente y arquitecto: el libro de la Naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la Liturgia".
Antonio Gaudí, subrayó Benedicto XVI en su homilía, "unió la realidad del mundo y la historia de la salvación". […] Y realizó lo que hoy es una de las tareas más importantes: superar la fractura entre conciencia humana y conciencia cristiana, entre existencia en este mundo temporal y apertura a la vida eterna, entre la belleza de las cosas y Dios que es Belleza".
Según el Dicasterio para las Causas de los Santos, este cristiano "convencido y practicante" llevó una vida espiritual y moral "por encima de lo ordinario, con algunas huellas de vida mística". Afrontó "los obstáculos y las dificultades con cordialidad y confianza en Dios".
Conoce la Basílica de la Sagrada Familia, en Barcelona: