Autorización judicial para investigar en Argelia
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Habían pasado dos años desde que el juez había dirigido a las autoridades argelinas la petición de ir a Argel en el marco del asunto de los monjes de Tibhirine, pero su solicitud había sido rechazada hasta ahora.
Esta vez, sin embargo, se le permitió viajar para preparar el terreno a las dos acciones que pretende realizar en su próximo viaje: la audición de 22 personas (entre ellas, terroristas arrepentidos o detenidos y oficiales superiores) y la exhumación de las cabezas de los religiosos para una valoración.
El 30 de mayo de 1996, se encontraron solamente las cabezas de los religiosos de Tibhirine al borde de una carretera de montaña. Los cuerpos nunca se encontraron, lo cual parece indicar que se intentaron disimular las circunstancias de su muerte.
“Las zonas de sombra son múltiples –declaró a Radio Vaticano en referencia a este caso el abogado de las familias de las víctimas, Patrick Baudouin-. La instrucción en sí misma ya tiene el mérito de tirar por tierra algunas medias verdades que se han extendido. Desde el principio, la tesis oficial es que los monjes fueron secuestrados, detenidos y ejecutados por un grupo terrorista islamista y que las autoridades argelinas han hecho todo lo posible para intentar impedirlo y después “circulen, ya no hay nada más que ver””.
“Sin embargo, hoy se descubre a través de varios testimonios que el mismo secuestro ciertamente lo llevó a cabo un grupo islamista –nadie lo niega-, pero sobre este grupo islamista hay muchas preguntas para saber si no estaba infiltrado o incluso manipulado”, continuó.
Según el abogado, “también hay elementos de la investigación que quedan por cumplir porque hay dudas muy serias sobre las circunstancias y los autores exactos del secuestro”.
“Finalmente sobre el asesinato de los monjes de Tibhirine hay declaraciones del oficial de enlace francés en Argel, el general Buchwalter, según las cuales habría habido tiros de artillería de helicópteros del ejército argelino que podrían haber originado la muerte de los monjes”, añadió.
Baudouin también expresó su perplejidad ante a la comunicación de las autoridades argelinas que en aquel momento anunciaron haber encontrado los restos de los monjes, y no sólo sus cabezas.
Sobre las familias, precisó que no están movidas por ningún espíritu de venganza: “Lo que buscan las familias no es en absoluto venganza. No hay ningún odio, ninguna hostilidad particular. Simplemente quieren la verdad para que se haga justicia, sin olvidar el hecho de que en esa década negra que Argelia conoció en los años 90, murieron siete monjes franceses pero también decenas de miles de personas, argelinos para los que la verdad y la justicia no son algo del pasado”.
Como conclusión, citando al padre Veilleux (número dos de la orden cisterciense cuando tuvo lugar el secuestro), declaró: “Nosotros, lo que queremos es perdonar, no es venganza; pero para perdonar todavía hay que saber a quién debemos perdonar”.