Septiembre es el mes de la Biblia porque el día 30 de ese mes se celebra la fiesta de san Jerónimo, el gran traductor de la Biblia al latín, el texto conocido como la Vulgata.
Algunos católicos aprovechan estos días para leer más la Biblia -de manera personal o en comunidad- o para participar en talleres bíblicos, e incluso hacer un retiro de estudio de la Sagrada Escritura.
La Biblia es un conjunto de libros escritos por diferentes personas en diferentes épocas. En él encontramos las verdades de la fe y es en sus páginas que aprendemos sobre el amor de Dios y cómo practicar estas enseñanzas en nuestras vidas.
Un método muy conocido y que puede dar mucho fruto se encuentra en el libro de Monseñor Jonas Abib, La Biblia en mi día a día.
Leer y conocer la Palabra de Dios
La obra es como un mapa que nos guía en la lectura y conocimiento de la Palabra de Dios. En resumen, el autor nos orienta de la siguiente manera:
- Lee la Biblia todos los días – y eso significa que para aprender las cosas de Dios no hay fin de semana ni feriado. La Biblia debe ser leída diariamente.
- Ten un horario fijo – sabemos que a veces nuestra rutina cambia, pero en general, trata de mantener un tiempo fijo para esta lectura.
- Marca el tiempo – determina la duración de tu estudio y cumple tu propósito. Sé realista y serio sobre el compromiso. Si eliges 10 minutos, apégate a ellos.
- Elige un lugar – da preferencia a un lugar tranquilo, donde puedas concentrarte y dedicarte al estudio de la Palabra de Dios.
- Usa lápiz, bolígrafo, resaltador – marca los pasajes que más te llamen la atención.
- Crea un ambiente de oración – es un tiempo de escucha de lo que Dios nos tiene que decir, es un verdadero encuentro con el autor de la vida.
Diario espiritual
Y para una mejor comprensión, Jonas Abib nos enseña a llevar un diario espiritual. Si es posible, utiliza un cuaderno (una hoja para cada día) y anota lo siguiente:
- 1.- Las promesas de Dios – esto es lo que Dios cumplirá para aquellos que son fieles a Su Palabra (ej: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” – Mt 18, 20).
- 2.- Mandatos de Dios – son los mensajes que nos indican por dónde debemos ir (ej: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” – Mt 16, 15).
- 3.- Principio Eterno – son los principios que muestran cómo funciona el Reino de Dios (ej: “El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” – Lc 18, 14).
- 4.- Mensaje de Dios para mí hoy – después de leer, escribe lo que Dios quiere decirte con ese pasaje.
- 5.- ¿Cómo puedo aplicar esto en mi vida? Después de meditar en el texto, es hora de comprender cómo puedes practicar la Palabra de Dios, cómo te inspirará a actuar a diario.
Una guía para leer la Biblia
Y para hacer la lectura, comenzando por el Nuevo Testamento, monseñor Jonas Abib indica el siguiente guión:
1 – Primera Carta de San Juan (dos veces)
2 – Evangelio de San Juan
3 – Evangelio de San Marcos
4 – Cartas Menores de San Pablo: Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Primera y Segunda Tesalonicenses, Primera y Segunda Timoteo, Tito y Filemón
5 – Evangelio de San Lucas
6 – Hechos de los Apóstoles
7 – Carta a los Romanos
8 – Evangelio de San Mateo
9 – Primera y Segunda Carta a los Corintios
10 – Carta a los Hebreos
11 – Carta de Santiago
12 – Primera y Segunda Carta de San Pedro
13 – Segunda y Tercera Carta de San Juan
14 - Carta de San Judas
15 - Apocalipsis
16 – Primera Carta de San Juan (3ª vez)
17 – Evangelio de San Juan (2ª vez)
Estudiar la Sagrada Escritura es escuchar lo que Dios tiene que decirnos. Es la Palabra Viva la que nos enseña y nos muestra la salvación.
Entonces, con fe y esperanza, comienza a leer y persevera. Estoy seguro de que encontrarás un verdadero tesoro que transformará tu vida.