“Estrella de la mañana”, “Rosa mística”, “Consuelo de los afligidos”, “Puerta del Cielo” y otras frases desde el corazón
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Los santos, a lo largo de la historia, han escrito numerosas prosas dedicadas a la belleza de la Virgen María. Piropos como "Estrella de la mañana", "Rosa mística", "Consuelo de los afligidos", "Puerta del Cielo" son repetidos a diario por los cristianos del mundo entero para honrar a la Reina del Cielo.
A continuación, 10 frases de santos que nos hablan sobre la Madre de Dios:
1. San Josemaría: "Y, si alguna vez no sabes cómo hablarle, ni qué decir, o no te atreves a buscar a Jesús dentro de ti, acude a María, tota pulchra -toda pura, maravillosa-, para confiarle: Señora, Madre nuestra, el Señor ha querido que fueras tú, con tus manos, quien cuidara a Dios: ¡enséñame -enséñanos a todos- a tratar a tu Hijo!"
2. San Juan Pablo II: "A ti, Virgen inmaculada, predestinada por Dios sobre toda otra criatura como abogada de gracia y modelo de santidad para su pueblo, guía tú a sus hijos en la peregrinación de la fe, haciéndolos cada vez más obedientes y fieles a la palabra de Dios."
3. San Juan XXIII: "¡Oh, María Inmaculada, estrella de la mañana que disipas las tinieblas de la noche oscura, a Ti acudimos con gran confianza!"
4. San Luis de Monfort: "María es el camino más seguro, el más corto y el más perfecto para ir a Jesús."
5. Madre Teresa de Calcuta: "A María, nuestra Madre, le demostraremos nuestro amor trabajando por su Hijo Jesús, con Él y para Él."
6. San Ignacio de Loyola: "Por mucho que ames a María Santísima, ella te amará siempre mucho más de lo que la amas tú."
7. San Juan Vianney: "Claro que Dios podría hacer un mundo más bello que éste; pero no sería más bello si en él faltara María".
8. San Juan Pablo II: "Totus Tuus (Todo tuyo) a través de la Inmaculada."
9. San Juan Bosco: "Quien confía en María no se sentirá nunca defraudado."
10. Beato Pablo VI: "Al considerar el inefable amor con que la Virgen Madre esperó al Hijo, se sentirán animados a tomarla como modelo y a prepararse, vigilantes en la oración y jubilosos en la alabanza, para salir al encuentro del Salvador que viene."
Artículo originalmente publicado por Opus Dei