Santa Margarita María Alacoque tuvo unas visiones de Jesús y recibió unos mensajes suyos en el siglo XVII en Paray-le-Monial (Francia).
Desde entonces, impulsó la devoción al Sagrado Corazón, que hoy está extendida en todo el mundo.
En ellas, Jesús pide reparación por el dolor que le han causado tantas personas -la comunión cada primer viernes de mes, y la hora de adoración cada jueves por la tarde, recordando su agonía en el Getsemaní- y hace 12 promesas:
1. Yo les daré todas las gracias necesarias para su estado.
2. Daré paz a sus familias.
3. Les consolaré en todas sus penas
4. Yo seré el refugio seguro contra todas las tentaciones, pero sobre todo en la hora de la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
6. Los pecadores hallarán en mi Corazón el manantial y el océano infinito de misericordia.
7. Las almas tibias se volverán fervorosas.
8. Las almas fervorosas subirán rápidamente a una gran perfección.
9. Bendeciré las casas en que esté expuesta y sea honrada la imagen de mi Sagrado Corazón.
10. Daré a los sacerdotes el don de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de él.
12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes, continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.