Ser slow no significa que tienes que hacerlo todo a paso de tortuga. ¡Pon en práctica nuestros consejos, ajústalos a tus necesidades y disfruta de lo cotidiano!
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El slow life (la vida lenta) es una idea que habla de la celebración de la vida. A nuestro alrededor todos corren sin parar. Estar constantemente ocupados es más fácil para nosotros, que reducir la velocidad y disfrutar de la vida. Ser slow no significa que tienes que hacerlo todo a paso de tortuga. Se trata de cuidar el descanso y disfrutar del momento presente.
Concéntrate por un momento en tu día. ¿Cuándo tienes tiempo para pensar con tranquilidad? ¿De cuánto tiempo dispones para descansar? ¿O tal vez estás corriendo de un lado a otro durante todo el día y después te caes “muerto” en la cama y te quedas dormido? ¿Te permites pequeños placeres? ¿Celebras el momento?
Si tienes la sensación de que tu vida corre y el tiempo se te escapa de las manos, y deseas cambiarlo, tengo algunas ideas y consejos para ayudarle a parar.
- Date tiempo para estar offline
Controla el flujo de la información. Apaga el teléfono, el Facebook, la tele y la radio. Permítete ser en silencio. Créetelo que si te desconectas por una hora al día (excepto las que dedicas al sueño), el mundo no se colapsará, y tú no te perderás ninguna información importante.
- Aprecia las cosas pequeñas y los grandes éxitos
Cada mañana piensa en lo bueno que te puede pasar y en lo que quieres que te pase y en lo que te haría feliz. Sin embargo, por la noche dedica un momento para recordar las cosas buenas que han sucedido durante el día. Siente la gratitud, apréciate a ti mismo a través de los pequeños y grandes éxitos. Disfruta de ellos de nuevo.
- Sal a pasear
El contacto con la naturaleza es calmante. Hace que descanse nuestra mente y se regenere el cuerpo. No importa cuál sea la estación del año, ve a dar un paseo por el parque, por el bosque. Observa los árboles y las nubes. Incluso 15 minutos de paseo te dará un impulso de energía, refrescará la mente y mejorará el estado de ánimo.
- Ten una cita contigo mismo
Una cita contigo mismo es el momento en el que te tratas como la persona más importante del mundo. Tratas de verte desde una nueva perspectiva, con curiosidad. Es el momento en el puedes responderte a las preguntas importantes. Anna Malec lo probó y describió sus experiencias en este artículo.
- Escribe un diario
Describe tus días, todo lo bueno que pasó. No te saltes lo difícil. Poner por escrito las experiencias desagradables ayuda a distanciarnos de ellas. Nos calma. También es una excelente manera de darnos cuenta de los éxitos grandes y pequeños, y de comprobar cómo nos está saliendo la realización de nuestros objetivos.
- Se cuidadoso contigo mismo
Por último, pero no menos importante. La atención es la conciencia de lo que te está sucediendo en un momento determinado, de lo qué sientes y de las emociones te están acompañando. La atención tiene que ser aprendida. El ejercicio de esta actitud te da una ventaja adicional – te ayuda a ser proactivo y a elegir tus reacciones.
La celebración de la vida en caso de cada uno puede ser diferente. Prueba a poner en práctica estos consejos, adáptalos a tus necesidades y disfruta de lo cotidiano.