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Las malas amistades son una gran preocupación para los padres de familia, pues como bien saben, porque también ellos pasaron por su propia infancia, la influencia de los amigos en los hijos es muy poderosa, en especial cuando son pequeños y todavía están aprendiendo y madurando.
El regaño y los castigos que imponen los padres quizás pueden limitar el tiempo con esos amigos y establecer algunas restricciones, pero también puede que eso sea más un parche que una verdadera solución. Los hijos imitarán los comportamientos de los que están más cerca de ellos; por ello, si los padres crean una conexión buena y sólida con ellos, entonces la influencia de sus compañeros no será tan profunda.
El doctor Gregory Popcak, autor de la guía de educación para padres Discovering God Together, compartió a Aleteia tres pasos que pueden orientar a los padres para manejar las malas influencias de sus hijos y ayudarles a ser unos líderes más influyentes en sus grupos de amigos.
1Planifica tiempo en familia
Los problemas empiezan cuando la escuela, los deportes y actividades nos tienen demasiado ocupados y nos impiden pasar tiempo con la familia. El doctor Popcak sugiere que los padres "se aseguren de encontrar tiempo diaria y semanalmente para conectar con sus hijos, trabajando, jugando, conversando y rezando juntos". El doctor dice que los momentos en familia deben tener una prioridad máxima en el calendario si los padres quieren tener una influencia significativa en el comportamiento de sus hijos.
2Enséñalo a manejar situaciones difíciles
Si descubres que tus hijos se enfrentan a una situación difícil, y no puedes sacarlos de ella, el doctor Popcak recomienda presentar un cambio de roles en las conversaciones. "Pregunten a su hijo: ‘¿Qué te gustaría que sucediera en esa situación?’. Entonces los padres pueden desempeñar el papel del amigo y enseñar al hijo a desenvolverse para conseguir el resultado que quieren".
El experto también recomienda dejar muy claro a los niños cuándo tienen que recurrir a la ayuda de un adulto. Al educar a los hijos y darles un buen consejo para afrontar los problema antes de que surjan, los papás se convierten en los expertos a los que ellos quieren recurrir en tiempos difíciles.
3Abre las puertas de tu hogar
Durante los primeros años de la infancia, los padres tienen bastante influencia y control sobre con quién pasan tiempo sus hijos. Después de todo, los niños de dos años no pueden organizar su propio calendario social; pero a medida que crecen, necesitan libertad para crear su propio grupo de amigos.
El doctor Popcak afirma que, cuando los hijos llegan a una cierta edad, hay un factor que supone una gran diferencia en los tipos de amigos que escogen. Y aconseja: "Convertid vuestra casa en la casa donde los amigos de tus hijos quieren pasar el rato. No te conviertas en el padre que les compra la primera cerveza, claro, pero sí en el padre que tiene los juegos a los que les gusta jugar y la comida que les gusta".
El doctor Popcak recomienda buscar, con la práctica diaria, ser adultos influyentes para los amigos de los hijos, ya que ellos aprenden los hábitos de las personas de su edad. "Cuando tu hijos ven que sus amigos os respetan, eso hace que sea más probable que os vean como una persona a la que pueden recurrir para buscar consejo sobre cómo afrontar situaciones sociales comprometidas".