separateurCreated with Sketch.

5 familias que agarraron el virus de la santidad

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Philip Kosloski - publicado el 25/07/17
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Estos santos no pudieron evitar compartir su santidad con sus familiares

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.

Deseo donar en 3 clics

Estos santos no pudieron evitar compartir su santidad con sus familiares

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

Las familias tienden a compartirlo todo, algo que puede tener consecuencias tanto positivas como negativas. Cuando uno de los niños coge la gripe, por ejemplo, lo más seguro es que todos los demás en la familia caigan enfermos también.

El mismo principio puede encontrarse en la vida espiritual de una familia. Si una persona muestra una santidad extraordinaria, hay más probabilidades de que un hermano (o incluso un padre) se “contagie” de esa santa “afección”.

A lo largo de la historia, la Iglesia ha reconocido a numerosos familiares que han seguido los pasos de sus parientes en el camino de la santidad. Esto incluye tanto a hermanos como a parejas casadas, como el beato Carlos y su esposa Zita o san Luis y Celia Martin. Aquí tienen cinco ejemplos de hermanos que aprendieron el uno del otro a llegar a la santidad.

Santas Marta y María

Leemos en el Evangelio de Lucas cómo “Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra” (Lucas 10,38-39). Ambas, junto con su hermano Lázaro, tenían una buena amistad con Jesús y fueron consideradas santas desde el principio de la Iglesia.

Santos Benito y Escolástica

Los gemelos Benito y Escolástica sintieron la llamada a la vida religiosa desde una edad muy temprana y ambos seguirían las ramas masculina y femenina de la orden benedictina. Los dos, aunque vivían su vida religiosa por separado, se visitaban mutuamente una vez al año, deleitándose con sus charlas sobre asuntos espirituales.

Santos Macrina, Basilio, Gregorio, Pedro y Naucracio

Macrina (la Joven) nació en el siglo IV y se consagró a la vida ascética; se convirtió en monja después de rechazar un compromiso de matrimonio. Sus hermanos, Basilio de Cesarea y Gregorio de Nisa, se vieron influidos por su santidad y tomaron también el camino de la vida religiosa. Dos hermanos más, Pedro de Sebaste y Naucracio, también dedicaron su vida a servir al Señor y fueron famosos por sus santidad.

Santos Bernardo y Humbelina

Durante el siglo XII, Bernardo de Claraval ayudó a dirigir una nueva orden monástica, los cistercienses, y consagró el resto de su vida al trabajo y la contemplación. Su hermana, conocida como beata Humbelina, llevó una vida frívola y abundante antes de renunciar a todo y convertirse en monja benedictina.

Santos Cosme y Damián

Poco se sabe de las vidas de los gemelos Cosme y Damián. Sin embargo, son famosos como médicos habilidosos martirizados bajo la persecución del emperador Diocleciano. También se dice que sus hermanos menores, Antimo, Leoncio y Euprepio, compartieron el mismo martirio.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.