Cuando era estudiante organizó una competencia para ver quien lograba comer más Kremowka: Karol Wojtlya llegó a comer 18 pero no fue el ganador
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Papa Juan Pablo II habitualmente almorzaba y cenaba de un modo muy simple y bastante temprano ya que su día comenzaba a las 5. 30 de la mañana, su primera comida era la más importante, la espiritual en la Santa Misa, luego tomaba el desayuno con té y pan con manteca, al almuerzo para él era fundamental todo los días comenzar con un plato de sopa, y generalmente comía sutiles porciones de carne con bastante verduras, para terminar con la fruta. En la cenas, comía lo que avanzaba del almuerzo. Todo cuidadosamente preparado por las monjas polacas.
Pero de tanto en tanto se daba un gusto goloso, añoranzas de su amado país y que se hizo famoso con el nombre de Papieska Kremowka (pastel de crema papal), un dulce hecho con pasta de hojaldra rellena con crema. Cuando era estudiante, recordaba papa Wojtyla, con sus amigos para festejar la promoción del liceo, organizó una competencia para ver quien lograba comer más Kremowka, Karol llegó a comer 18 pero no fue el ganador.
Esta es la receta para la Kremowka:
Ingredientes:
2 capas de hojaldre
500 ml. de leche
4 yemas
125 gr. de azúcar
50 gr.de fécula de maíz
1 cucharadita de esencia de vainilla
La piel de un limón
1 cucharada de manteca
Preparación:
Hornear dos masas de hojaldres de esas que se compran en el supermercado, o comprar directamente las hojas de hojaldres ya preparadas.
Para la crema colocar la leche en una cacerola calentar y agregar la mitad del azúcar y la vainilla. Tamizar la fécula de maíz y el azúcar restante para evitar grumos, agregar las yemas mezclando sin batir. Verter la mitad de la leche sobre el batido de yemas, mezclando bien.
Llevar al fuego el resto de la leche. Cuando rompa el hervor, volcar la preparación de yemas, mezclando con batidor para evitar la formación de grumos. Cocinar durante un minuto, removiendo bien para que no se pegue. Quitarla del fuego y dejarla enfriar.
Cuando la crema pastelera esté fría, extenderla sobre una de las capas de hojaldre y luego taparla con la segunda hoja de hojaldre. Espolvorear con azúcar impalpable, cortar y servir.
Algunos también agregan un poco de rhum o nata a la crema, para darle más sabor, pero a san Juan Pablo II le gustaba más la tradicional si estos agregados.
Y recuerda como él mismo dijo en la XVII Jornada Mundial de la Juventud: “Así como la sal da sabor a la comida y la luz ilumina las tinieblas, así también la santidad da pleno sentido a la vida”
Fuente: ilforchettiere.it