Cada color litúrgico enfatiza un aspecto diferente de la muerteA la hora de celebrar un funeral católico, el sacerdote tiene tres opciones relativas al color de la vestimenta que lleve. Así se constata claramente en la Instrucción General del Misal Romano, que puede variar según las costumbres de cada país.
Así, en el número 346 del Capítulo IV de la Instrucción se menciona el color negro para “usarse, donde se acostumbre, en las Misas de difuntos”, y el morado, que “puede usarse también en los Oficios y Misas de difuntos”.
Cada color tiene su propio significado específico asociado con el rito fúnebre sagrado.
Morado
El color morado se asocia con más frecuencia a la Cuaresma y al Adviento. El motivo por el que se viste también en los funerales es su significado simbólico de penitencia y duelo. Un funeral es un momento en el que los fieles están llamados a rezar y hacer penitencia por el alma partida, y el color morado recuerda ese aspecto espiritual.
Negro
Aunque era más frecuente antes de las reformas del Concilio Vaticano II, el negro sigue siendo una opción válida para los funerales y todavía lo usan algunos sacerdotes. El negro se viene asociando con el luto desde la antigua Roma y tradicionalmente es símbolo de muerte. Es un color que evoca oscuridad y refleja la tristeza por el fallecimiento. Este color también enfatiza el hecho de que el difunto necesita las oraciones y que quizás no esté en la visión beatífica del paraíso, sino en la morada purificadora del purgatorio.
Blanco
Curiosamente, en Estados Unidos, la Instrucción incluye en este mismo punto el color blanco:
“Además del color morado, los colores negro y blanco podrán usarse en servicios fúnebres y en otros Oficios y Misas por los difuntos en la Diócesis de los Estados Unidos de América”.
El blanco, que normalmente se usa en momentos alegres del año litúrgico de la Iglesia, transmite un carácter más esperanzador cuando se usa en los funerales.
Evoca la esperanza de la vida eterna y celebra el Bautismo cristiano que recibió en vida el ahora difunto o difunta.
El blanco también se relaciona con la victoria de Jesús en la Pascua, cuando derrotó a la muerte y abrió las puertas de la gloria celestial.
En las culturas asiáticas, el blanco es el color tradicional del luto, así que los católicos asiático-estadounidenses quizás soliciten vestimentas blancas por este motivo.