Aunque los Padres del desierto vivieron en el siglo IV, sus vidas y escritos siguen siendo una inspiración incluso para el mundo actual.
Muchos de sus dichos (o apotegmas o sentencias) fueron recopilados en una obra titulada Los dichos de los padres, aunque el título varía según la edición.
Esta obra, del siglo V, representa un pequeño muestrario de su profunda sabiduría espiritual. Presenta un inmenso tesoro de pequeñas frases con un enorme poder espiritual.
A continuación, cinco ejemplos de esos apotegmas para que os ayuden a mantener un buen espíritu:
Abba Pastor dijo: “Un hombre que enseña y no pone en práctica las cosas que enseña, es semejante a una fuente que abreva y lava a todo el mundo, pero que no puede purificarse a sí misma”.
Dijo abba Antonio: “Vi todas las trampas del enemigo extendidas sobre la tierra y dije gimiendo: ¿quién podrá pasar por ellas? Y oí una voz que me respondía: la humildad”.
Abba Pastor dijo: “Si alguien arroja una serpiente y un escorpión dentro de una vasija y la cierra, con el tiempo ellos desaparecerán por completo. Lo mismo sucede con los malos pensamientos: sugeridos por los demonios, desaparecen por la paciencia”.
Abba Amún de Nitria visitó a abba Antonio y le dijo: “Yo he trabajado más que tú, ¿cómo es que tu nombre es más grande que el mío entre los hombres? Le respondió abba Antonio: “Porque yo amo a Dios más que tú”.
San Epifanio dijo: “Es necesario poseer aquellos libros cristianos que se pueden adquirir. Puesto que la sola vista de esos libros nos hace remisos para el pecado y nos dispone a crecer más en la justicia”.