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Reza hoy una oración a san Pablo

SAINT PAUL
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Oleada Joven - Dolors Massot - publicado el 25/01/18
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Tú que nos enseñaste todo esto, enséñanos también a trabajar más unidos que nunca

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Pablo de Tarso es un santo emblemático por la fuerza de su apostolado y por su brusco encuentro con Cristo y el radical cambio de vida que conllevó. Pídele que te acompañe en tu vida y te dé fuerzas rezándole esta oración:

 

Pablo, fiel apóstol y soldado de Cristo:

Tú que al conocerlo no dudaste en cambiar tu vida,

acompáñanos en la lucha de nuestra conversión diaria.

 

Tú que hiciste del anuncio del evangelio tu más bella misión,

ayúdanos a anunciar el mensaje del Señor,

con la palabra y con nuestro testimonio.

 

Tú, que luchaste el buen combate,

transmítenos tu valentía y fortaleza

para enfrentar sin miedos las dificultades

que se nos presenten en la palestra de nuestra vida.

 

Tú que encontraste en Cristo la llama que encendía tu fe,

ilumínanos con ella, para descubrirlo también nosotros,

aun en nuestra oscuridad.

 

Tú que nos enseñaste todo esto,

enséñanos también a trabajar más unidos que nunca,

para así infundir amor y esperanza en cada lugar que nos toque actuar.

Amén.

La historia de san Pablo

Nació en Tarso, con estatus de ciudadano romano, y su nombre judío era Saulo. Era fariseo y defendía firmemente su fe. De ahí que persiguiera a los cristianos, creyendo que hacía la voluntad de Dios.

Es posible que fuera testimonio del martirio de san Esteban, pues en la narración de los Hechos de los Apóstoles se habla de un Saulo que “aprobó la muerte de Esteban”.

Se formó en Jerusalén, en la escuela de Gamaliel. Era despierto e inteligente y eso le reafirmó en la idea de perseguir a los cristianos para servir a Dios. Dicen los Hechos:

“Saulo, por su parte, perseguía a la Iglesia; iba de casa en casa y arrastraba a hombres y mujeres, llevándolos a la cárcel”.

Un día emprendió el camino a Damasco para llevar cartas de recomendación de los judíos de Jerusalén. Su intención era encarcelar a los cristianos. La Sagrada Escritura narra así aquel momento de transformación crucial:

“Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su resplandor. Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Él preguntó: «¿Quién eres tú Señor?». «Yo soy Jesús, a quien tú persigues, le respondió la voz. Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer».

Desde que Jesús aparece en su vida, Saulo pasa a ser Pablo y se convertirá en Apóstol de las Gentes, el que ha de llevar el Evangelio más allá del pueblo elegido.

 



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Artículo originalmente publicado por Oleada Joven

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