separateurCreated with Sketch.

¿Por qué los católicos se arrodillan en las iglesias?

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Philip Kosloski - publicado el 14/08/18
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Aunque muchos lo han olvidado, este gesto tiene un gran significado teológicoLos católicos olvidan fácilmente el significado de la genuflexión. A menudo nos encontramos en una iglesia y, sin pensar demasiado en ello, buscamos un banco disponible al que acudir después de una rápida genuflexión. ¡A veces lo hacemos tan mecánicamente que lo podríamos hacer con igual distracción en el cine justo antes de ir a ocupar nuestra butaca!

Pero, ¿por qué los católicos hacemos una genuflexión al entrar en una iglesia?

Una señal de respeto

Desde un punto de vista histórico, la genuflexión viene de las normas de etiqueta en la corte. En la Edad Media, la rodilla se doblaba en presencia de un rey o de un noble. Era una señal de respeto, así como un signo de lealtad.

Con el tiempo, los cristianos adoptaron esta costumbre. Está plenamente integrada en la liturgia romana desde el siglo XVI. Mientras que la genuflexión con la rodilla izquierda se usaba para venerar a un rey, los cristianos decidieron hacer una genuflexión con la rodilla derecha, como signo distintivo de respeto hacia Dios.

Dios siempre ha sido considerado por judíos y cristianos como un Rey lleno de misericordia y amor inconmensurables. Para honrar a este “Rey del amor”, los cristianos consideraron oportuno hacer una genuflexión cada vez que entraban en su “corte”.

Esto significaba doblar una rodilla cada vez que uno pasaba frente al tabernáculo, el lugar donde se guarda el Santísimo Sacramento en todas las iglesias católicas.

Fe en la presencia real de Jesucristo

Los católicos creemos que Cristo está realmente presente, en Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en el Santísimo Sacramento y por eso hacemos una genuflexión, porque creemos que estamos verdaderamente en presencia de Dios.

El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: “En la liturgia de la misa expresamos nuestra fe en la presencia real de Cristo bajo las especies de pan y de vino, entre otras maneras, arrodillándonos o inclinándonos profundamente en señal de adoración al Señor” (CIC 1378).

Esto significa igualmente que los católicos deberían hacer la genuflexión solo cuando el Santísimo Sacramento está presente en el tabernáculo. Durante el año litúrgico, hay ciertos días, como el Viernes Santo, cuando el tabernáculo está vacío y sus puertas abiertas. Puesto que la Eucaristía no está presente en el tabernáculo, los católicos no necesitan hacer una genuflexión antes de sentarse. Cuando la Eucaristía no está presente, cabe simplemente inclinarse profundamente ante el altar.

Una manera sencilla de saber si es apropiado hacer la genuflexión es buscar una lámpara roja al lado del tabernáculo. Si está encendida, significa que Jesús está presente y, por lo tanto, conviene hacer una genuflexión para mostrarle nuestro amor y respeto. Para que conste, se pide a los católicos que doblen la rodilla solamente cuando pasen frente al tabernáculo. Esto significa que cuando el tabernáculo está en una capilla distinta, hay que hacer una genuflexión cuando se pase delante, no cada vez que entremos en la iglesia.

A fin de cuentas, hacemos estos gestos, como decía el papa Benedicto XVI en su libro La Eucaristía centro de la vida: Dios está cerca de nosotros, porque:

“Nuestra religión, nuestra oración, exige gestos de nuestro cuerpo. Puesto que el Señor, el Resucitado, se entrega en su Cuerpo, también nosotros debemos responder con nuestra alma y nuestro cuerpo (…) todas las posibilidades espirituales de nuestro cuerpo están incluidas en la celebración de la Eucaristía: cantar, hablar, guardar silencio, sentarse, levantarse, arrodillarse”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.