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Todos los días llueva, truene, o nieva marca el mediodía romano un golpe de cañón. Esta curiosa costumbre fue introducida por el Papa Pío IX el 1 de diciembre de 1847. Lo hizo para tener una señal única de la hora oficial, en vez del sonido descoordinado que producían todas las campanas de las iglesias de la ciudad al marcar la hora 12.00.
Esta tradición sólo se interrumpió en la época de la segunda guerra mundial. Con ocasión del 2712° Aniversario de la fundación de Roma volvió a señalar los mediodía romanos hasta hoy.
Muchos se reúnen curiosos a ver toda la ceremonia que precede al disparo y con el golpe más de uno se lleva un sobresalto.
La historia de Garibaldi
El cañón se encuentra en una zona muy pintoresca de Roma, el Janículo (Gianicolo en italiano). Más específicamente en el gran mirador que se encuentra a los pies de la gran estatua dedicada a Garibaldi.
El Janículo es una colina muy importante de Roma, no entra entre las famosas siete colina de su fundación. Los edificios de su zona están considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si no llegas a tiempo para el famoso disparo del mediodía, igualmente puedes pasar una tarde agradable tomando un helado observando el magnifico panorama que regala su mirador.
Puedes hacer una linda caminata evocando la historia de Giussepe Garibaldi, el héroe de dos mundos, el unificador de Italia. A lo largo de la Via del Gianicolo que desciende hacia la plaza San Pedro se colocaron una gran cantidad de bustos de mármol, de ilustres “Garibaldini”.
Andando siempre por la misma calle, se encuentra otra monumental estatua, la de Anita Garibaldi, muy significativa. La heroína monta a caballo mientras tiene en una mano una pistola y con la otra sostiene a su hijo. Allí mismo debajo de la estatua se conservan sus restos.
Fuente del Agua Paola
En la zona se encuentra también la histórica fuente del Agua Paola. Agua que llegaba por un acueducto desde el lago de Bracciano y que les dio nueva vida Pablo V en el 1608, de aquellos antiguos del emperador Trajano.
La monumental fuente fue diseñada por Giovanni Fontana en 1611 y es un emblema para los romanos. El escritor y poeta Goethe hace una detallada descripción en su “Viajes a Italia”. Fue nombrada en la canción de Antonello Venditti, “Roma capoccia”, y es una de las escenas importantes de la premiada película “La grande Bellezza”.
Y ya casi al final del paseo, podemos encontrar un maravilloso faro, que no sirve para la navegación pero en la noche con su luz da una atmósfera muy romántica, iluminando el cielo romano. Este faro fue un regalo de los migrantes italianos en Argentina, para celebrar el quincuagésimo aniversario de la Unificación de Italia y para hacer presente su vínculo con la patria de origen.