¿Sientes aún curiosidad por conocerle, o crees que ya lo sabes todo sobre él o ella?La experiencia de la vida nos enseña que es importante intercambiar sentimientos positivos, como la ternura, la confianza, para que una relación amorosa se fortalezca. La reciprocidad es una de las claves para incrementar la buena comunicación en la vida de pareja.
Algunos consejos concretos:
Presten atención a las necesidades, gustos y preferencias del otro. Toda la vida es un continuo descubrir la personalidad de nuestra pareja. Nunca se termina de conocerse.
Aprendan a leer la necesidad de cambios. Muchas veces, y a pesar del tiempo compartido con la pareja, nos seguimos guiando por ideas preconcebidas y no vemos lo que creemos que no existe. A lo mejor a tu pareja le fascinaría aprender a cocinar, pero no lo dejas; o a ti te gustaría aprender mecánica, pero tu marido te lo niega. Si los cambios de conducta no son apreciados, se vuelve a los esquemas aburridos de siempre.
Digan NO a las etiquetas. Es frecuente que nosotros mismos nos encasillemos definiéndonos por oposición al otro. Asumir estos roles rígidos hace difícil la evolución de la pareja.
Ábranse a la novedad. La vida y la pareja serán mucho más interesantes si estamos abiertos a nuevas experiencias. Es más fácil aceptar la novedad en una pareja estable que en una que comienza. Si realizamos actividades placenteras, volveremos a casa con más energía y vivencias que compartir.
Crezcan sin distancias. Uno de los principales obstáculos de una relación estable es la incapacidad de encontrar proyectos comunes. Cuando empezábamos a salir con nuestra pareja, soñábamos con las cosas y los viajes que haríamos juntos. ¿Se ha cumplido alguno de esos sueños? Unirse al otro en sus actividades y fantasías es una de las maneras más eficaces de mantener viva una relación.
Curiosidad por el otro. La complicidad y la intimidad son placenteras porque permiten ir sorprendiéndonos cada día con aspectos de la personalidad del otro que desconocíamos. Mostrar curiosidad por el compañero o la compañera es inyectar interés a la relación.
Sorpresas mutuas. Dicen que la vida está hecha de pequeños detalles. Unas flores de vez en cuando, una invitación a cenar al restaurante favorito sin motivo alguno, son pequeñas y muy efectivas sorpresas. Siempre viene bien a la pareja darse un regalo, sin motivo aparente.
Vivir con intensidad. Poner alma y corazón en cada acción que se emprende con la pareja. Las personas apasionadas no tienen miedo a vivir con intensidad. No desconfían de sus emociones y disfrutan, sienten y se comprometen.
El amor se construye cada día con la fidelidad y la donación de nosotros mismos. De aquí la importancia de reforzar nuestros compromisos como pareja para dar lo mejor de nosotros mismo en la relación. El amor genera amor.