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El filósofo Immanuel Kant tenía un apego intensamente famoso a su paseo diario. Con un abrigo gastado que se negaba a cambiar, salía de su casa exactamente a la misma hora cada día y marchaba arriba y abajo de la calle del vecindario exactamente ocho veces, aproximadamente cuatro millas en total. Este era su momento para descomprimir la tensión de sus escritos y una forma de mejorar su circulación. Kant estaba tan dedicado a su caminata que se decía que sus vecinos se pusieron a vigilarlo.
Cuando quiero espacio para pensar, también hago algo físico: corro, voy a pasear en bicicleta por el campo o salgo a caminar. No es tanto que componga intrincados textos o piense en los detalles de mis impuestos, pero cuando salgo y me muevo, mi mente se vuelve tranquila y pacífica.
Es posible que mi frenética mente demore más o menos una milla, pero pronto descubro un nuevo nido de pájaro con huevos azules en su interior, y los capullos de peonía rosa a punto de estallar, y escucho las cigarras en los árboles que han emergido y están aprovechando su glorioso y dorado verano. Cualquiera que sea la emoción o el estrés que pueda estar llevando, se disuelve con un milagro tácito mientras observo las nubes que pulverizan el cielo.
Una caminata arregla muchas cosas
Hay algo sobre el movimiento físico y un ritmo humano muy natural que fomenta la contemplación. El cuerpo está ocupado pero medido, dejando la mente libre para vagar. Lo que sea que te aflija, hay una buena posibilidad de que una caminata pueda arreglarlo.
Todos podemos encontrar mucha información sobre los beneficios para la salud de caminar, pero lo que podría sorprender son sus muchos beneficios mentales y espirituales. Aquí hay un puñado de ejemplos de lo que nos ayuda.
1Concentrarse mejor
Caminar ayuda a concentrarse, especialmente en la oración. A mi me cuesta mucho concentrarme durante las oraciones, pero caminar me ayuda enormemente. Incluso, caminar en sí mismo puede ser una forma de oración. Esta es la razón por la que en la Iglesia existen las procesiones. Oramos físicamente tanto como oramos mentalmente.
2Tener más conversaciones íntimas
Todas mis mejores conversaciones han tenido lugar en un paseo. Casi me pregunto si el hecho de andar ayuda a impulsar una conversación en una dirección positiva, pero hay algo muy cómodo e íntimo en dar un paseo con un amigo o un ser querido. Uno al lado del otro, están haciendo su camino a través de la vida juntos.
3Conocer a tus vecinos
Hemos conocido a muchos de nuestros vecinos al caminar alrededor de la cuadra o al verlos cuando pasan frente a nuestra casa.
Conversaciones nuevas
Las personas se detienen y saludan, hacen una pausa para hablar rápidamente sobre el hermoso árbol de magnolia o comentan lo hermosos que son nuestros hijos. Estas interacciones nunca sucederían en el automóvil o si todos nos quedamos dentro de casa. Caminar ha hecho de nuestro vecindario un lugar más seguro y amigable.
4Bajar el estrés
Es interesante que estar sentado en medio del tráfico es la mayor causa de estrés en nuestras vidas, lo que significa que nuestra forma de transporte nos está matando, mientras que otra, caminar, tiene innumerables beneficios.
Encontrar unos minutos
Si no puedes prescindir del automóvil, al menos puedes reducir el estrés dando un paseo. Siempre hay unos minutos en el almuerzo o después del trabajo para ello.
5Combatir la depresión
Los estudios demuestran que caminar puede ayudar a controlar la depresión. No será una cura mágica y, por supuesto, hay que seguir las instrucciones de los médicos, pero puedo decir por experiencia personal que la luz solar regular y el esfuerzo físico me han ayudado mucho con mis problemas de depresión.
6Volver a dar energía a tu mente
La fatiga cerebral es una condición causada por la sobreestimulación por el ruido, las listas de tareas, la televisión y, en general, tener demasiada información sensorial. Puedes perder la memoria o tener problemas para concentrarte. Una forma fácil de aliviar la fatiga cerebral es caminar por el parque.
7Pensar más claramente
Como caminar hace que la sangre se mueva y ayuda con la curación celular, en realidad ayuda a que tu cerebro se mantenga joven.
El ritmo de los pensamientos
También existe una conexión fascinante entre el ritmo de nuestros cuerpos y el ritmo de nuestros pensamientos, lo que significa que si quieres pensar de manera deliberada y tranquila, tendrás que caminar.
8Peregrinar
Una vez monté mi bicicleta cuatrocientas millas para visitar el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Wisconsin. Una vez que llegamos allí, el santuario estaba en la cima de una gran colina a la que solo se llegaba por un largo camino cuesta arriba. La experiencia fue mucho más satisfactoria por el tremendo esfuerzo que puse en ella. La vida es un viaje, y nada lo hace más claro que una peregrinación que se hace a pie.
Conocer los beneficios prácticos es un gran motivador para salir a caminar, pero ¿realmente necesitamos un propósito específico? Es un lujo poder pasear por el parque con tus hijos, caminar hasta la cafetería, tomar el sol.
El punto no es necesariamente convertirse en un metrónomo como Immanuel Kant y caminar exactamente de la misma manera cada día. Si eso te funciona, genial, pero si simplemente quieres salir a caminar los domingos por la tarde, vale la pena acostumbrarse a dar un paseo.