El sudario de Turín que habría envuelto el cuerpo de Jesús después de su crucifixión sigue cuestionando a los científicos. Más de treinta años después de la datación por carbono de 1988, un equipo de investigadores reunidos en Catania (Italia) invalida esta tesis.
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Acaba de producirse un nuevo giro en la historia de la Sábana Santa de Turín, que ya ha aparecido en las noticias. En 1988, tres laboratorios llevaron a cabo un análisis de carbono de la cubierta, llegando a la conclusión de que en realidad databa de la Edad Media, más precisamente entre 1260 y 1390 dC. Esta tesis pareció negar su autenticidad.
Pero esta datación por el carbono ha sido refutada y esto recientemente. El 23 de mayo de 2019, Benedetto Torrisi, un estadístico italiano que dirigió a un equipo de expertos para estudiar el tema, dijo que “no hay evidencia concluyente de que la Sábana Santa sea medieval”.
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Una “falta de homogeneidad de resultados”
En su último estudio, publicado en la revista Archaeometry, los científicos creen que las técnicas utilizadas hace treinta años eran menos confiables que las actuales.
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En 2017, el equipo pudo acceder a los datos sin procesar mantenidos por el Museo Británico que llevaron a los resultados de la fecha C14 de 1988. Los estadísticos pudieron rehacer todos los cálculos científicos, lo que reveló una falta de homogeneidad de los resultados, probablemente “debido a un contaminante no eliminado por las operaciones de limpieza preliminares, un problema difícil de resolver cuando se somete tejido a la radiación, ahora bien conocido y que no se consideraba importante en 1988”. Este contaminante hizo imposible calcular la edad real de la tela.
Otros especialistas también han dudado de la fecha 14, como Mechthild Flury-Lemberg, historiador textil suizo en todo el mundo, que ya en 2005 cuestionó los resultados de 1988, según informó entonces Le Temps.
“En el pasado, manteníamos el sudario por los lados para poder mostrarlo a la multitud. En estos lugares, la tela está muy sucia. Pero la muestra que se tomó para los análisis de carbono 14 provino de un lado de la tela, y la suciedad depositada solo pudo alterar el resultado”, explicaba.
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Habiendo participado en la restauración del pedazo de tela, había encontrado varias pistas a favor de las citas anteriores, que habían señalado que “de todos modos, el sudario de Turín no es un engaño fabricado en la Edad Media”. Los sindonólogos todavía no están fuera de peligro.