Una nueva manera de conocer la ciudad del Papa Francisco… visitar las reliquias de santos que la ciudad esconde
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La cristiandad es algo relativamente nuevo para los pueblos americanos. Un 75% de su historia supuso una historia que tuvo lugar al otro lado del océano. Sin embargo, a través de las reliquias, ciudades como Buenos Aires pueden ser ventana abierta a la historia de la Iglesia.
Un recorrido por algunas reliquias de santos de antaño y también de ahora, sin salir de Buenos Aires, puede suponer una auténtica peregrinación de descubrimiento y repaso de estos 2020 años de historia, rompiendo las barreras geográficas y temporales. Reliquias que, como decía monseñor Jorge Bergoglio en 2000 al recibir en la catedral de Buenos Aires la visita de reliquias de Santa Teresita, “vienen a decirnos que vale la pena mirar para arriba y creer que nuestro Padre derrocha gracia”. De los primeros siglos, a santos del siglo XX, sin salir de la ciudad.
En el Perpetuo Socorro, Santa Constanza Mártir
Uno de los templos más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires, más bellos y también antiguos, es Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en el barrio de Retiro. De inmenso valor arquitectónico y artístico, las miradas suelen robárselas los frescos o la imagen del Cristo del Milagro. Sin embargo, en esta basílica se contienen reliquias de Santa Constanza Mártir, virgen romana martirizada durante las persecuciones del primer siglo.
Capilla de las reliquias, Iglesia Nuestra Señora del Pilar
Cuenta la tradición que la capilla de las reliquias, impactante primera impresión que se tiene al ingresar en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en el barrio de la Recoleta, fue donada por el rey Carlos III de España a finales de siglo XVIII al padre Francisco de Altolaguirre, probablemente el primer nativo de Buenos Aires que visitó al Rey.
Se trataría, según la tradición, de lo que era el oratorio del monarca.
La donación, consta en actas, consistía en 35 relicarios, aunque en la capilla se conservan más de 200 reliquias. Cráneos y huesos de distinto tipo, además de urnas y distintos solemnes repositorios de reliquias alcanzan para vincular al peregrino con santos de todos los tiempos.
Según el registro, se trataría de reliquias de santos como Santa Aurea, San Severino, San Gerónimo, Santa Cecilia, San Víctor, San Urbano, San Clemente, San Pedro Alcántara, de los santos mártires de Zaragoza de principios de siglo IV, e incluso de algunos santos apóstoles, incrustadas en medallones, y distintos santos de todos los tiempos. Impacta como pocas capillas en todo Buenos Aires.
Los santos del Perú, en Santa Rosa de Lima
Puente entre los santos del viejo continente y la santidad en el cono sur americano son los grandes santos del Perú, entre ellas, la primera santa americana Santa Rosa de Lima. Reliquias suyas, junto con reliquias de Martín de Porres, Toribio de Mogrovejo, y Juan Macías, llegaron a Buenos Aires para la inauguración de Iglesia de Santa Rosa de Lima, en Balvanera, cuya ceremonia presidió el futuro Papa Pío XII cardenal Eugenio Pacelli.
Hector Valdivielso, San Nicolás de Bari
En el mismo día, se puede visitar otra infaltable postal parroquial del centro porteño en la Avenida Santa Fe, en la basílica de San Nicolás de Bari, donde de modo particular se puede rezar ante una reliquia ósea de San Héctor Valdivielso Sáez, primer santo nacido en la Argentina, mártir de la persecución religiosa española de primera parte del siglo XX. Hermano lasallano, San Héctor fue bautizado en esta Iglesia, auténtico remanso para escapar por unos minutos de la vorágine comercial de la ciudad.
Santa Nazaria Ignacia March, en Cristo Rey
En las periferias de Buenos Aires, en Villa Pueyrredón, se encuentra la parroquia Cristo Rey, a cuya comunidad parroquial perteneció la Madre Nazaria Ignacia March Mesa, canonizada en 2018, santa nacida en España, de fecundo apostolado en América, particularmente Bolivia y Argentina. De allí que en este imponente templo se conserve, debajo de una imagen en madera de la Santa, reliquias suyas en una urna.