Más allá de su belleza literaria, las Sagradas Escrituras han conquistado a hombres y mujeres de todos los siglos: muchos encontraron en sus textos el referente para sus vidas.
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La Biblia tiene un poder que va más allá del empleo literario de las palabras. Así lo testimonian personajes de todos los siglos que han manifestado la huella que la Sagrada Escritura ha dejado en sus vidas.
A continuación, se recogen las citas de algunos famosos que elogiaron la Biblia. También puedes leerlas en la siguiente galería fotográfica:
Mark Twain
El escritor norteamericano, famoso por obras populares como “Las aventuras de Tom Sawyer” y “Las aventuras de Huckleberry Finn”, escribió: “A la mayoría de las personas le preocupan los pasajes de las Escrituras que no comprenden, pero los que me preocupan a mí son los que sí comprendo.”
Abraham Lincoln
El 16º presidente de los Estados Unidos declaró: “Creo que la Biblia es el mejor don que Dios jamás haya dado a los hombres”. También dijo: “Estoy ventajosamente ocupado en la lectura de la Biblia. Del contenido total de este libro razona lo que puedas y el resto acéptalo por fe, y vivirás y morirás siendo un hombre mejor”. Con él se abolió la esclavitud en su país.
Soren Kierkegaard
El filósofo, padre del existencialismo, tuvo una relación convulsa con el cristianismo pero daba una profunda importancia a la Biblia y a la percepción subjetiva que cada persona podía tener de su lectura: “Cuando lees la Biblia debes decirte constantemente a ti mismo: El esta hablándome a mí y acerca de mí”.
Cecil B. DeMille
El gran productor y director de cine estadounidense era un entusiasta de la Biblia. En su madurez seguía celebrándolo con frases como: “Después de más de sesenta años de lectura casi diaria de la Biblia, nunca dejo de encontrarla nueva y en sintonía maravillosa con las cambiantes necesidades de cada día”. Llevan su firma grandes hitos de la Historia del Cine como “Los Diez Mandamientos”. Ya en 1927 había estrenado una película muda, “El Rey de Reyes” en la que narraba la vida de Jesús.
Charles Dickens
Es uno de los grandes escritores de la Literatura Universal. De origen británico, su literatura -escrita en época victoriana- tuvo siempre un marcado acento de preocupación social. Se puede ver en obras como “Oliver Twist”, “Cuento de Navidad”, “David Copperfield”, ” Tiempos difíciles”, “Grandes esperanzas” o “La pequeña Dorrit”.
Dickens no recibió instrucción hasta los 9 años y vivió gran parte de su infancia en la cárcel con su padre (en aquella época, en Inglaterra estaba permitida la convivencia de la familia con el preso). Se convirtió en un ávido lector, sobre todo de literatura picaresca, peor siempre hizo mella en él la Biblia: “El Nuevo Testamento -llegó a declarar- es el mejor libro que el mundo ha conocido o conocerá”.
John Quincy Adams
El que fuera sexto presidente de Estados Unidos dejó escrito:“El primero y casi el único libro que merece atención universal es la Biblia. Hablo como un hombre de mundo…. y te aconsejo: Escudriña las Escrituras”.
Isaac Newton
Newton fue físico, matemático, inventor y alquimista, pero también teólogo. De él los científicos han recibido la ley de la gravitación universal, las leyes de la mecánica clásica, el cálculo infinitesimal…
Esa cercanía a la realidad no le privó de encontrar un sentido trascendente a la vida. En la búsqueda de la verdad, la Biblia fue una de sus herramientas: “Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana.”
George Washington
El primer presidente de los Estados Unidos, considerado indiscutiblemente Padre de la Patria y uno de pilares de la política democrática, escribió: “Es imposible gobernar rectamente al mundo sin Dios y sin la Biblia”.
Gabriela Mistral
Esta intelectual chilena fue poeta, diplomática y pedagoga. Fue la primera mujer iberoamericana que recibió, en 1957, el premio Nobel (en su caso de Literatura). Mistral confesó: “La Biblia es para mí el libro. No veo como puede alguien vivir sin ella.”
Helen Keller
La vida de Keller sigue siendo hoy un ejemplo de superación. Siendo sordociega desde los 19 meses, gracias a la inestimable ayuda de la especialista Anne Sullivan se formó y logró convertirse en activista y oradora destacada.
Keller mostró que es posible percibir un mundo más allá de los sentidos: “La Biblia es para mí una profunda y reconfortante sensación de que las cosas que se pueden ver son temporales y las cosas invisibles son eternas”.
Napoleón Bonaparte
El que fuera emperador e hiciera de Francia un poder político admirado por todo el mundo, dejó frases memorables sobre su fe. En una de ellas aconseja: “La Biblia no es un mero libro, sino una creación viviente, con un poder que vence a todo cuanto se le opone.”
Immanuel Kant
El filósofo consideró la Biblia como una fuente de sabiduría para el comportamiento ético: “La existencia de la Biblia como texto para el pueblo es el más valioso bien que posee el género humano. Todo intento de menospreciarla constituye un crimen contra la humanidad.”
David Livingstone
Fue explorador y le interesaba el saber casi de modo renacentista y exhaustivo: la cartografía, la botánica, la astronomía… Todo en la naturaleza le proporcionaba curiosidad y le movía a investigar. En esa inquietud veía un motivo para acercarse a Dios: “Todo lo que soy lo debo a Jesucristo, que se me ha revelado en su libro divino.”
Livingstone exploró África y fue un defensor de la abolición de la esclavitud.
Rosa Parks
Su nombre es uno de los principales en la defensa de los derechos civiles en Estados Unidos. El hecho de haberse negado a ceder el asiento a un blanco en el autobús, como exigía la legislación, la convirtió el líder de un movimiento contra el racismo que ya no cesaría.
Parks fue una mujer de firmes convicciones. Ella misma expresó el papel de la Biblia en su vida: “Todos los días antes de la cena y antes de ir a los servicios en la iglesia, mi abuela leía la Biblia para mí, y mi abuelo oraba. Incluso teníamos devocionales antes de ir a recoger algodón en los campos. La oración y la Biblia, se convirtieron en una parte de mis pensamientos cotidianos y creencias. Aprendí a poner mi confianza en Dios y a buscarlo con toda mi fuerza.”
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