El periodista español José María Zavala filma la más completa y arrolladora hagiografía de Juan Pablo II
Llega a las pantallas domésticas en formato online el 8 de mayo, Wojtyla. La investigación, imprescindible e impactante película documental del escritor -esta vez metido a guionista- y director de cine, José María Zavala, cuya postproducción definitiva -se entiende que compleja y con muchas limitaciones-, se ha realizado en el periodo de confinamiento en España, a consecuencia del COVID-19.
Para su visionado, en régimen de alquiler, se ha de rellenar el formulario que la distribuidora European Dreams Factory ha colocado en su página web (www.edreamsfactory.es).
Sin duda ninguna nos encontramos ante unos de los hallazgos más reveladores del cine documental, más allá de su nitidez expositiva por el contenido que despliega el trabajo.
Por cierto, un trabajo complicado y sufrido -documentación y criba de lo presuntamente accesorio- para mostrar a las claras a san Juan Pablo II en todo su esplendor-, y dirigido a todos los públicos, porque Zavala sabe comunicar con sencillez sus ideas, tanto a través de sus libros como de su cine, no se anda con rodeos ni miramientos, va al grano y no se deja nada en el tintero.
Si no, ahí tienen sus ejemplares trabajos sobre el séptimo arte, El misterio del Padre Pío y Renacidos, sus dos primeras películas. Ahora, con esta apasionante tercera historia, optimista y esperanzadora, se reconfirma definitivamente su talento como narrador de cine.
Vaya por delante que este 2020 estamos celebrando el centenario del nacimiento de Karol Wojtyla, que culminará el próximo 18 de mayo. Fue probablemente el hombre más público de la historia. Ningún otro ha sido más fotografiado, retransmitido o filmado que él. Por sus audiencias de los miércoles desfilaron más de 18 millones de personas.
Pero, ¿qué hay detrás de su imagen pública que ha escapado hasta hoy, por increíble que parezca, a los ojos del mundo? ¿Cuál es el lado privado del personaje más público? ¿Qué personas ofrecieron incluso su vida para que Juan Pablo II tuviese un pontificado largo y fructífero, como así fue?
Horas antes del atentado del 13 de mayo de 1981, la Madre Esperanza, el alma gemela del Padre Pío, empezó a vomitar sangre en la intimidad de su celda. Llegó a empapar cinco toallas enteras y su agonía entre estertores sólo cesó cuando la monja supo que el Papa estaba fuera de peligro.
“Juan Pablo II es un gran santo”, aseguró el demonio a Gabriele Amorth, exorcista oficial del Vaticano, razón por la cual Satanás retorcía sin piedad el cuerpo de su víctima cada vez que se invocaba al pontífice durante el exorcismo.
Wojtyla sobrevivió de milagro al atentado y hoy su obra y poder de intercesión se extienden por todos los rincones del planeta.
Una veintena de personas brindan ahora sus impactantes testimonios para la película: desde un hombre que a punto estuvo de ser abortado por su madre y que hoy vive gracias a la intercesión de Wojtyla, hasta una joven desahuciada por los médicos que vio el llamado “túnel de la muerte” y volvió a nacer tras las incesantes plegarias de sus padres al Papa fallecido, pasando por una mujer a quien una mano invisible impidió arrojarse por la terraza tras visualizar poco antes el rostro del pontífice o un joven que halló la vocación sacerdotal con solo mirarle a los ojos durante una audiencia privada.
Las entrevistas a personas claves en su vida engrandecen la película, como el arzobispo emérito de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, que permaneció a su lado tantos años o el postulador de su proceso de canonización, Slawomir Oder.
Wojtyla. La investigación ofrece también fotografías, imágenes y documentos inéditos que alumbran la imagen desconocida de uno de los más grandes hombres de la historia.
Estructurado en tres grandes temas, el filme se interroga en el primero de ellos: ¿Quién era Karol Wojtyla antes de convertirse en Juan Pablo II? En él, Zavala es rotundo, su resultado, tanto en la forma como en el fondo es intenso, ágil, rítmico, y resume que si Juan Pablo II era un hombre santo, podía ser peligroso.
Ya se había intentado acabar con él el citado 13 de mayo (Siguieron Portugal, Karachi, México…). Era la primera vez conocida. Y la primera de muchas que caracterizaron su pontificado a través del sufrimiento. De hecho, la progresiva pérdida de sus padres y su hermano lo llevó a una soledad temprana.
Pero su condición de hombre orante y de fe le robustecieron. De ahí una de sus frases más imponentes: “Dios siempre puede más”.
https://www.youtube.com/watch?v=8VTjbqfoUGo
Por otro lado, Wojtyla. La investigación, afronta el conflicto con el comunismo, que quiso acabar con Juan Pablo II con otro tipo de soluciones, al tiempo que quisieron atribuirle un idilio con una mujer. Durante 20 años, naturalmente sin éxito.
La segunda parte evidencia la imagen de un Papa en el cénit de su Pontificado. Se reconoce su amor a la Virgen, sus ganas de reír y sus ganas de vivir, a pesar de que haya que sujetarle cuando, ya de anciano, casi no se tiene en pie.
En esta parte, las declaraciones de sacerdotes, amigos, o personas que se han beneficiado de sus milagros en vida son especialmente emocionantes, que naturalmente se combinan con imágenes y vídeos de un Papa con personalidad, sonriente y feliz.
Por último, hay que detenerse en la mirada de este hombre santo. Todos los que le conocieron reconocen que la mirada del Papa y la suya conectaban. De hecho, a Juan Pablo II, se le mire por donde se le mire tiene algo que le hace diferente y que a nadie deja indiferente, creyentes o no creyentes a partes iguales.
Así las cosas, José María Zavala entrega un espléndido trabajo, atractivo e interesante, necesario y urgente, que ya se ha convertido en un documental de referencia de los tiempos modernos, muy cuidado, realizado con tacto y sensibilidad, con prudencia y rigor, con honestidad y transparencia. Un filme que dará mucho que hablar, que puede hacer mucho bien.
Y como dijo el Padre Pío de sí mismo, seguramente Juan Pablo II esté ayudando mucho más desde que no está. Independientemente de que cuando se conocieron, San Pío de Pietrelcina pronosticara: Este hombre será un gran Papa. Otra genialidad.