Si sus hijos están teniendo dificultades para conciliar el sueño últimamente, prueben con esta sugerencia de una terapeuta para calmar su agitación a la hora de dormir
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Uno de los daños colaterales de la pandemia de la covid-19 es que el sueño de algunos niños se está viendo gravemente perturbado. Muchos padres informan que sus hijos, acostumbrados a dormir bien, ahora se despiertan durante la noche, tienen pesadillas o se niegan a irse a la cama.
Aunque no hay estadísticas sobre este tema, la Sociedad Francesa de Investigación y Medicina del Sueño (SFRMS) advierte: “El confinamiento en el hogar puede causar o incrementar los trastornos del sueño en los niños. Pero no es inevitable. ¡Podéis ayudarles!”. La ayuda es más que bienvenida, ya que un sueño reparador permite a los niños lidiar mejor con el estrés y la ansiedad, al tiempo que contribuye a reforzar un funcionamiento apropiado de su sistema inmunológico.
El instituto ofrece algunos consejos útiles:
- evitar las pantallas una hora o incluso dos antes de la hora de dormir,
- no discutir acontecimientos negativos del día por la noche,
- establecer un horario regular para acostarse
- reforzar las rutinas nocturnas.
Haz un “reloj de rutinas”
Quizás vuestro ritual nocturno ya esté bien establecido:
- un cuento,
- oraciones,
- un abrazo
- y ¡a dormir!
No obstante, la situación actual nos exige tranquilizar aún más a nuestros hijos o introduzcamos un ritual nuevo para superar un posible sentimiento de ansiedad.
La terapeuta Julie Renauld Millet sugiere una técnica muy sencilla para facilitar el ritual de la hora de dormir para los niños: un “reloj de rutinas”. El objetivo es crear puntos de referencia para los niños, para que puedan saber qué esperar y cuándo.
Dibujad un reloj y divididlo (como un pastel) en partes iguales, señalando los diferentes pasos que llevan a la hora de dormir:
- ordenar,
- ponerse el pijama,
- ir al aseo,
- cepillarse los dientes,
- lavarse las manos,
- rezar
- un cuento
- un beso y un abrazo para desear las buenas noches
Estableced un tiempo de inicio y uno de final. Aunque los padres establezcan los pasos, pueden dejar en manos de los niños, si es posible, escoger el orden de las rutinas.
A continuación, colgad el reloj en el pasillo delante de su dormitorio.
“Ver los distintos pasos ayudará a los niños a empezar con la actividad que corresponda y a adquirir cierta independencia. Es mucho más constructivo para los hijos escuchar: ‘¿Qué tienes que hacer antes del cuento en la cama?’ que escuchar: ‘¡Ve a lavarte los dientes!’”, afirma Millet.
Se trata de una manera ritualizar este momento y que ellos participen de forma activa,Esta herramienta es útil para definir el ritual con previsión: “El ritual de acostarse debería prepararse fuera de la hora de acostarse”, dice Julie Renauld Millet, y debería hacerse con normas claras: el número de cuentos, la hora exacta de irse a dormir…
Con suerte, crear un “reloj de rutinas” traerá calma a la agitación en la hora de dormir y ayudará a los niños a conciliar el sueño mejor. ¡Felices sueños!