Una tensión que puede explotar con violencia pero se puede resolver si se apuesta por la empatía y el diálogo en la pareja Por Marco Scarmagnani
Me atreví a pedir a mi esposa, con la que llevo 2 años casado, que no insulte siempre a mi mamá y que deje de pintarla como un monstruo. Perdió la cabeza. Me mencionó incluso que un vínculo demasiado fuerte con la familia de origen puede ser causa de nulidad matrimonial. Estoy confundido. Yo no defiendo siempre a mi mamá y reconozco sus defectos. De todos modos, esto me molesta mucho y mi esposa me responde diciendo que si no dependiera tanto de ella no me harían daño las críticas a mi madre. ¿Qué hago?
Querido amigo, más que “atreverte a pedir” a tu esposa que no insulte a tu mamá, creo que es más eficaz que encuentres una manera de comunicarle que sus críticas te duelen. No se trata de exigirle que te complazca, de que acepte tu petición, sino de encontrar una zona de empatía independientemente de las razones que cada uno tenga.
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La amenaza de divorcio me hace pensar que tu esposa sufre una sensación de amenaza interna, se siente para bien o para mal en competencia con tu poderosa madre, pues considera que estás demasiado unido a ella.
¿Qué hacer en caso de insultos demasiado pesados?
Si le pruebas a tu esposa que la amas profundamente, aunque seas consciente de que esto no le bastará nunca, en la práctica le ayudará a relajarse. Pregúntate: ¿qué le gusta? ¿qué le sorprendería? ¿cómo demostrarle que estás sinceramente enamorado? ¡Hazlo!
Por otro lado, explica también a tu madre qué lugar ocupa ahora tu esposa en tu vida y que quieres demostrárselo. Ella te entenderá y si no lo entiende, tendrá que aceptarlo.
Tal vez tu esposa tenga algo de razón, tal vez te duelen las críticas a tu madre porque eres muy dependiente de ella pero, desde luego difiero mucho sobre esta correlación que establece con la nulidad matrimonial. Porque ninguna persona acoge de buena gana el desprecio a su familia, a sus propias raíces.
En la Biblia encontramos sabiduría incluso muy humana y, aunque parezca que tiene dos pasajes que parecen contradictorios nos pueden dar una gran lección: “Honra a tu padre y a tu madre” y “El hombre dejará a su padre y a su madre”. Por una parte se requiere un desapego, por otra este desapego debe ser respetuoso. Sean un don recíproco: tú le enseñarás a tu esposa el respeto por sus familias, y ella te enseñará a salir de una eventual excesiva dependencia.